Ciencia

¡Alarma en las Redes! Científicos y Activistas Ambientales Bajo Ataque: Denuncias de Campañas Violentas

2024-11-22

Autor: Benjamín

El ambiente en las redes sociales, sobre todo en X, se ha tornado hostil para aquellos que se dedican a la defensa del medio ambiente. Científicos, divulgadores y periodistas han comenzado a levantar la voz contra agresivas campañas orquestadas que buscan desacreditar sus mensajes sobre la crisis climática. Como refugio, algunos de ellos han encontrado en Blueskype un espacio más seguro, libre hasta ahora de este tipo de ataques.

Estas campañas de desinformación no son un fenómeno nuevo; sin embargo, la intensidad de los ataques ha aumentado coincidiendo con situaciones críticas, como la actual DANA en Valencia y el ascenso de personalidades polémicas en el ámbito político y tecnológico. Muchos de estos ataques se caracterizan por su violencia y amenazas personales, dejando a los científicos en estado de alerta.

Fernando Valladares, un destacado científico del CSIC, ha sido objeto de amenazas de muerte a través de un chat en Telegram que cuenta con más de 250,000 miembros. Su trabajo sobre cambio climático ha sido blanco de ataques sistemáticos. En respuesta a este acoso, más de 360 organizaciones se han unido para firmar un manifiesto de apoyo, destacando la necesidad de proteger el trabajo de los científicos en la defensa del medio ambiente.

"Es desconcertante recibir mensajes tan agresivos, donde algunos utilizan verbos como ‘matar’ o ‘ahorcar’. Mi popularidad y presencia en medios me hacen vulnerable", manifestó Valladares. Estos ataques no solo son personales, sino que persiguen un objetivo más amplio: desviar la atención del público de la ciencia hacia la negación y la confusión.

La presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental, María García de la Fuente, señaló cómo las campañas de desinformación se acumulan rápidamente en redes sociales, promovidas por cuentas que no necesariamente siguen a los atacados, pero se concentran en difundir mensajes despectivos y violentos. Estos ataques han tenido un impacto notorio en la comunidad periodística y científica, y han llevado a que muchos, como la meteoróloga Isabel Moreno, opten por silenciar o filtrar contenido en plataformas como X, debido al temor a represalias.

“El hecho de que tengamos que cuidarnos en un espacio que deberíamos utilizar para compartir información válida es alarmante. En el ámbito de la ciencia, no se debería permitir que la violencia o los ataques personales se conviertan en parte de la conversación pública”, advirtió Moreno.

Ante esta situación, se ha formado un amplio frente en defensa de aquellos que son víctima de estas campañas, con el apoyo de 860 entidades de diversa índole. Este movimiento es un llamado urgente para que la sociedad se una en favor del conocimiento científico y en contra de la desinformación que promueven aquellos que ignoran la evidencia por intereses propios.

Las repercusiones de estas campañas no se limitan al mundo digital; también se plantean interrogantes sobre la responsabilidad de los medios de comunicación, que en ocasiones dan voz a la desinformación sin cuestionar la validez de las fuentes. Desde APIA, se ha instado a los medios a no amplificar voces negacionistas y a establecer un filtro riguroso para garantizar que solo se difunda información respaldada por la ciencia.

Esta pandemia de desinformación repercute no solo en científicos y divulgadores, sino también en la credibilidad de la ciencia en su conjunto. Las redes sociales juegan un papel esencial en la difusión de información, y es crucial que se conviertan en un espacio donde predomine el respeto y la veracidad. A medida que esta batalla se intensifica, la comunidad científica y la sociedad civil en general deberán unir esfuerzos para desafiar y desmantelar la creciente ola de odio y desinformación que amenaza el futuro del planeta.