En una súplica urgente, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, ha solicitado hoy a las autoridades neerlandesas que impongan "castigos severos a los responsables" de los recientes ataques a hinchas israelíes tras un partido en Ámsterdam. Este incidente, que tuvo lugar la noche anterior, ha sido calificado por Saar como "quizás el mayor ataque contra judíos en Europa desde la Segunda Guerra Mundial".

Saar, que aterrizó en el Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, expresó su deseo de ver justicia para los hinchas del Maccabi Tel Aviv, quienes se enfrentaron al Ajax en el estadio. Ha ofrecido asistencia a las autoridades locales para "recopilar pruebas" sobre quienes "golpearon y humillaron a ciudadanos israelíes" durante estos incidentes.

"No quiero decirle al gobierno neerlandés cómo aplicar sus leyes, pero confiamos en que habrá consecuencias", enfatizó Saar, en lo que él mismo describió como su "primera misión no planificada", después de que se desatara violencia entre los manifestantes propalestinos y los seguidores israelíes.

En este contexto tenso, reclamó reforzar la "verdad israelí" y reiteró las referencias del gobierno de Benjamín Netanyahu sobre el Holocausto. Saar afirmó que los sucesos de la noche anterior son comparables a los ataques contra judíos registrados en Europa en las décadas de 1930 y 1940.

Por su parte, el ministro de Justicia neerlandés, David van Weel, quien recibió a Saar en el aeropuerto, garantizó que su gobierno está comprometido a buscar y castigar a los culpables. Sin embargo, admitió que la naturaleza de los ataques, que utilizaban una táctica de ataque y huida, dificultó la labor de la policía, aunque se llevará a cabo una investigación para evaluar si se pudo hacer más por contener la situación.

En el ámbito político, Geert Wilders, líder de la extrema derecha en los Países Bajos, se unió al recibimiento de Saar, exigiendo duras críticas a la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, pidiendo su dimisión. Es importante subrayar que el PVV de Wilders, que forma parte de la coalición gobernante, mantiene una postura anti-palestina y está a favor de establecer una embajada neerlandesa en Jerusalén.

Hasta el momento, 62 personas han sido arrestadas, de las cuales diez siguen detenidas, incluyendo dos menores de edad. Se enfrentan a cargos que van desde violencia pública hasta desorden. Además, cinco hinchas resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados, aunque todos han recibido ya el alta médica.

Las cifras indican que aproximadamente 2.600 hinchas israelíes viajaron a Ámsterdam para asistir al partido, pero se reportaron actos provocativos por parte de algunos de ellos que incluyeron la quema de una bandera palestina y graffiti con consignas controvertidas. Estos actos han avivado aún más las tensiones en un contexto ya complicado por el conflicto entre Israel y Palestina.

Este incidente pone de manifiesto la creciente polarización y la violencia que a menudo acompaña los eventos deportivos cuando se cruzan las líneas políticas y culturales. Las repercusiones políticas y sociales continúan desarrollándose, lo que pone en alerta a la comunidad internacional sobre la escalada de tensiones en Europa.