Ciencia

¡Alarma mundial! La biodiversidad se desploma entre un 2% y un 6% cada década: ¿qué podemos hacer?

2024-12-17

Autor: Isidora

La alarmante pérdida de biodiversidad está relacionada de manera crítica con diversos problemas globales, como la escasez de agua, la seguridad alimentaria, la salud pública y el cambio climático. Estos factores se conectan entre sí en un ciclo perjudicial, donde el deterioro de uno afecta negativamente a los demás. La Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) ha publicado un informe que enfatiza esta interconexión, advirtiendo que abordar estos problemas de manera aislada resulta ineficaz y contraproducente. Según este informe, la pérdida de biodiversidad ha alcanzado entre un 2% y un 6% por década en los últimos 30 a 50 años, lo que pone en riesgo a un millón de especies que podrían extinguirse.

La magnitud de esta crisis es tal que más de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) global, equivalente a más de 50 billones de dólares anuales, depende de la naturaleza, y alrededor de mil millones de personas dependen de los bosques para su supervivencia. En el 2019, el IPBES ya había señalado causas como el cambio de uso de la tierra, la explotación desmedida, las especies invasoras y la contaminación como motores de esta pérdida. Este nuevo informe también incorpora factores socioeconómicos indirectos, como el aumento de residuos, el consumo desmedido y el crecimiento demográfico, que también agravan la situación.

De manera alarmante, más de la mitad de la población mundial vive en áreas donde el deterioro de la biodiversidad tiene un impacto significativo en la calidad del agua, la seguridad alimentaria y la salud pública. Los países en desarrollo, así como las comunidades indígenas, son los sectores más vulnerables a estas crisis.

El estudio advierte sobre el riesgo de aplicar soluciones que se ocupen únicamente de un problema específico, lo que podría generar nuevas dificultades. Por ejemplo, priorizar la producción alimentaria en detrimento de la sostenibilidad puede llevar a un consumo excesivo de recursos como el agua, multiplicando así el impacto negativo en la biodiversidad y el cambio climático.

Sin embargo, el informe destaca que un enfoque integral y sostenible es crucial. 'Las acciones que integren la producción y el consumo de forma sostenible junto con la conservación de ecosistemas son la clave para revertir esta tendencia', afirma Paula Harrison, copresidenta de la evaluación. De hecho, aproximadamente el 80% de la demanda mundial de agua dulce se destina a la producción de alimentos.

La agricultura regenerativa surge como una de las soluciones más prometedoras. Este método combina técnicas orientadas a aumentar la producción de alimentos, mientras que se conservan los recursos naturales como el suelo y el agua, favoreciendo la biodiversidad y fortaleciendo la resiliencia climática, como explica Alicia Pérez-Porro del CREAF. La importancia de este informe radica en la oportunidad de conectar problemas como el cambio climático, la producción de alimentos y la salud del océano, enfatizando la necesidad de establecer sinergias.

Aparte de las recomendaciones directas, los autores del informe proponen más de 70 estrategias que pueden tener efectos benéficos en todos los aspectos de esta crisis de biodiversidad. Entre ellas se incluyen la restauración de ecosistemas, una mejor gestión del paisaje, la promoción de dietas sostenibles, y el apoyo a los sistemas alimentarios locales. Las soluciones deben ser implementadas con cuidado, ya que algunas pueden no ofrecer beneficios universales si no se manejan adecuadamente. La situación es crítica y el tiempo para actuar es ahora. ¡No dejemos que el planeta se convierta en un desierto de biodiversidad!