¡Alerta! Chile enfrenta un grave déficit de profesores de Tecnología que puede afectar el futuro educativo
2025-01-08
Autor: Mateo
Fabiola Peralta, quien se graduó en 2020 con una licenciatura en Matemáticas y mención en Educación Tecnológica de la UMCE, ha encontrado en la enseñanza una forma apasionante de combinar su curiosidad y creatividad con el mundo de la tecnología. Su formación en robótica e impresión 3D no solo le ha permitido enseñar, sino también motivar a sus estudiantes a enfrentar los desafíos tecnológicos del futuro. "Me encanta descubrir cómo funcionan las cosas, explorar nuevas ideas y soñar con crear", comparte emocionada.
A pesar de su entusiasmo y de los numerosos proyectos que busca implementar, Fabiola se enfrenta a una realidad alarmante: la escasez de docentes especializados en la materia. Un estudio realizado por Elige Educar en 2021 reveló un déficit proyectado de más de 26 mil profesores adecuados para el año 2025, lo cual representa un 19% de la demanda de profesionales en las aulas chilenas.
En los últimos 10 años, la Educación Tecnológica ha visto una significativa disminución de su presencia en el currículo escolar. Aunque la asignatura sigue en el plan de estudios, la formación pedagógica en esta área dejó de ofrecerse en 2014, resultando en una merma de horas pedagógicas que sólo exacerba la crisis. Con solo 45 minutos semanales, sin la infraestructura y recursos necesarios, se ha diluido la calidad de la enseñanza tecnológica.
La Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación destaca que, en los últimos 15 años, únicamente 219 docentes han egresado con mención en Educación Tecnológica, un dato preocupante para un país que busca innovar y competir en la esfera tecnológica global. Actualmente, las universidades ofrecen diplomas en áreas relacionadas, pero carecen de programas que preparen específicamente a docentes en esta especialidad.
Según Yonathan García, director de la mención en Tecnología de la UMCE, la necesidad de aumentar las horas de enseñanza en la asignatura es urgente. Hoy en día, los estudiantes sólo cuentan con una hora semanal para desarrollar proyectos significativos que fomenten su creatividad y habilidades de resolución de problemas.
Desde el Ministerio de Educación (Mineduc), aseguran que a pesar de los esfuerzos por mantener la asignatura como parte fundamental de la formación escolar, la realidad en las aulas cuenta otra historia. La reforma curricular en trámite busca actualizar la enseñanza de la Tecnología, integrando conceptos de ciudadanía digital y análisis crítico para preparar a los estudiantes para un mundo cada vez más digitalizado.
La escasez de profesores de Tecnología podría también asociarse con una falta de especialización clara dentro de la formación docente. Muchos educadores que imparten estas clases no poseen la preparación necesaria en áreas esenciales como el pensamiento computacional o inteligencia artificial, a diferencia de países como Japón, donde matemáticos son los encargados de estas enseñanzas clave.
Además, la percepción errónea respecto al rol de la inteligencia artificial en la educación enfatiza que conocer aplicaciones a nivel usuario es suficiente, sin entender cómo funciona la IA. Esto ha generado gran preocupación entre especialistas, quienes insisten en que es fundamental tener una base matemática sólida para la enseñanza de estas tecnologías.
La profesora Peralta afirma que su rol no se limita a impartir clases en el aula. Ha liderado importantes iniciativas educativas, como la creación de un robot en Alhué, donde los estudiantes aprenden sobre electrónica y programación de manera práctica. Además, dirige academias de robótica y talleres de alfabetización digital, mostrando el impacto social de la Educación Tecnológica.
Sin embargo, uno de los retos más críticos radica en integrar herramientas como la inteligencia artificial en la educación. Fabiola utiliza IA para optimizar su carga laboral, permitiéndole ofrecer una atención más personalizada a sus estudiantes.
La situación actual de la Educación Tecnológica en Chile es un reflejo de la necesidad de cambios urgentes, no solo en la calidad de su enseñanza, sino también en la cantidad de profesores preparados. La transformación digital y la innovación en los métodos de enseñanza son esenciales si queremos preparar a nuestros jóvenes para competir en un entorno laboral cada vez más exigente.
Es inminente que se implementen soluciones efectivas para revertir esta crisis formativa y asegurar que los futuros educadores estén equipados para enfrentar los desafíos del siglo XXI. La educación tecnológica es clave, no solo para la formación académica, sino también para el desarrollo personal y profesional de los estudiantes que, sin duda, serán los líderes y creadores del futuro.