El dólar ha retomado con fuerza su escalada en la operación de este martes, superando la barrera de los $940, lo que ha encendido alarmas entre los inversionistas. Este incremento se produce en un contexto de incertidumbre global sobre los planes de estímulo de China y persistentes preocupaciones geopolíticas en Medio Oriente.

La paridad cerró en un sorprendente $943,57 tras un aumento de $14,75 en la sesión, marcando así el mayor aumento desde el 18 de julio y alcanzando un nivel máximo desde el 10 de septiembre, de acuerdo con datos de Bloomberg.

El peso chileno se posicionó como la segunda divisa emergente más depreciada del día, mientras que los precios del cobre en la Bolsa Comex cayeron un 1,36%, alcanzando los US$ 4,35 por libra, su menor nivel en casi un mes. Esta baja en el cobre, crucial para la economía chilena, se ha vinculado directamente con la falta de anuncios concretos de estímulos desde el gigante asiático.

El volumen de transacciones alcanzó un sólido total de US$ 1.500 millones en la Bolsa Electrónica, y los precios del dólar mostraron una tendencia al alza a lo largo del día, culminando en máximos poco antes del cierre.

Adicionalmente, las caídas de las bolsas globales se han profundizado tras los decepcionantes resultados del gigante tecnológico ASML en Europa, alimentando aún más la volatilidad en los mercados.

Carlos Martínez, jefe de moneda extranjera en Vantrust Capital, atribuyó el aumento del tipo de cambio a tres factores claves: la reacción del mercado después de una sesión de lunes poco activa, la continua decepción que China ha generado en los inversores, y la creciente preocupación por la inestabilidad geopolítica en Medio Oriente. "El dólar se está apreciando a nivel global y las monedas más golpeadas son, sin duda, las de Latinoamérica", expresó Martínez.

Ariel Nachari, estratega jefe de Inversiones de Sura Investments, coincidió en que la caída en el precio del cobre ha sido un catalizador importante detrás del aumento del dólar, indicando que la incertidumbre sobre el futuro de la guerra en Medio Oriente ha incrementado la percepción de riesgo entre los inversionistas.

Además, Martínez enfatizó que la reciente caída del petróleo se debe principalmente a un acuerdo entre Israel y Estados Unidos de no atacar las instalaciones petroleras de Irán, aunque esto no significa que los ataques cesen por completo.

Con los mercados emergentes bajo presión, la situación está lejos de estabilizarse. En este panorama, la incertidumbre y la especulación continúan dominando, lo que hace que todos los ojos estén puestos en las próximos movimientos de la economía global. ¿Qué podemos esperar en las próximas semanas? Mantente informado.