Salud

¡Alerta! El jaguar, el felino más grande de América, enfrenta dos amenazas letales: incendios forestales y la demanda de la ‘medicina tradicional’ china

2024-11-28

Autor: Martina

El 10 de agosto de 2019, el Amazonas en Brasil se vio envuelto en llamas, resultado de un concertado esfuerzo de agricultores y ganaderos en el estado de Pará, quienes a través de WhatsApp planearon lo que llamaron el ‘día del fuego’. Según informes del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, se detectaron 1.457 focos de incendio en un solo día. Aunque esta cifra es alarmante, no fue el peor escenario registrado en la última década.

Los llamados ‘días de fuego’ se han repetido, como advirtió la ministra de Ambiente de Brasil, Marina Da Silva, en agosto de 2024. A pesar de las medidas adoptadas por el gobierno actual para la conservación de la Amazonía, las investigaciones sobre los incendios de 2019 fueron archivadas sin que se responsabilizara a nadie, y el luto por la pérdida de biodiversidad continúa, afectando a especies icónicas como los jaguares (Panthera onca).

Investigaciones recientes indican que los incendios forestales se han convertido en una de las principales amenazas para la supervivencia de este majestuoso felino. Un estudio publicado en la revista Nature reveló que durante los incendios de 2020 en el Pantanal, que alberga la segunda población más grande de jaguares en el mundo, aproximadamente el 45% de estos felinos se vieron afectados por las llamas, que consumieron un 31% del área del ecosistema.

Sin embargo, no solo las llamas amenazan a los jaguares. La creciente demanda de partes del jaguar para la ‘medicina tradicional’ china es alarmante. Investigaciones han revelado que el uso de huesos de jaguar ha aumentado en China, lo que intensifica la caza de esta especie. Entre 2014 y 2017, las autoridades en Bolivia interceptaron cientos de dientes de jaguar destinados al mercado chino. En Surinam, reportes indican la creciente demanda de “medicina de hueso de jaguar”, y en Belice, se incautaron numerosas partes de cuerpos de jaguar, con la sospecha de que estas prácticas están alimentadas por comercio ilegal y represalias.

El jaguar, un viajero incansable que puede recorrer hasta 10 kilómetros al día, ha sido históricamente un explorador de su hábitat, pero hoy enfrenta la reducción drástica de su hogar. La destrucción del Amazonas y del Pantanal, la construcción de carreteras que interrumpen sus rutas migratorias, junto a ataques de ganaderos que ven en este poderoso felino una amenaza para su ganado, han llevado a los jaguares a una existencia precaria. Además, se enfrentan al riesgo de ser asesinados debido a creencias erróneas sobre su utilidad medicinal.

Hoy, 29 de noviembre, se conmemora el Día Internacional por la Conservación del Jaguar, un llamado urgente para proteger a una especie cuya población ha disminuido entre un 20% y un 25% en las últimas dos décadas, aunque algunos expertos sugieren que la cifra podría ser aún mayor dada la dificultad de evaluar poblaciones aisladas.

Esteban Payán, líder del programa de Grandes Gatos de WCS, enfatiza que estas nuevas amenazas empeoran la situación de los jaguares. “Están quedándose sin hogar y comida por la acción humana, y están siendo sacrificados debido a mitos culturales y fuegos incontrolables”, advierte el biólogo. Resalta que la conservación de esta especie es fundamental para la biodiversidad; un ecosistema saludable es indicativo de la presencia de jaguares, que se encuentran en la cúspide de la cadena alimentaria.

“Es complicado promediar el estado actual de los jaguares. En Colombia, en el Casanare, su población está en buen estado, pero en otras áreas como el oriental del Meta enfrentan graves amenazas. En Bolivia, la situación es similar: varía entre regiones”, explica Payán. La solución más efectiva sería crear áreas protegidas que permitan a los jaguares conservar sus territorios vitales y contribuir a la protección del ecosistema.

Iniciativas como el Proyecto Vida Silvestre en Colombia han comenzado a hacer la diferencia. Este proyecto, liderado por WCS Colombia, Ecopetrol y el Fondo Acción, agrupa a comunidades en el Magdalena Medio y otras regiones para establecer un equilibrio coexistencial entre humanos y felinos. Se están implementando estrategias como cercas eléctricas, control sostenible del ganado y tecnologías que evitan el contacto entre jaguares y seres humanos.

Carlos Saavedra, coordinador de especies de WCS Colombia, ve en estos esfuerzos una luz de esperanza. “Es crucial que los jaguares mantengan su hábitat. Al encontrar un humano, este debe respetar su vida”, señala. Además, resalta que este mensaje es fundamental para crear conciencia sobre la importancia del jaguar en la biodiversidad y en la cultura de nuestro territorio. Su supervivencia no solo significa preservar una especie, sino también la salud de nuestros ecosistemas.