La alarmante situación en la central eléctrica Rucalhue, en la comuna de Santa Bárbara, dejó una estela de destrucción tras un violento atentado que arrasó con 50 maquinarias de capital china. Este ataque no solo ha generado un revuelo en el país, sino que también ha encendido las alarmas en el principal socio comercial de Chile.

En respuesta a la crisis, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, visitó la Región del Biobío. Durante su recorrido, se reunió con autoridades locales y directivos del proyecto, donde contó con la presencia del embajador chino, Niu Qingbao, así como del representante chileno en China, Pablo Arriarán.

Cordero destacó la importancia de evaluar la situación de seguridad junto al jefe de la Defensa Nacional del Biobío, Arturo Oxley. Aunque los detalles específicos fueron escasos, el ministro afirmó que se están proyectando medidas adicionales para asegurar la continuidad del proyecto.

"El compromiso es mutuo entre la empresa y el Estado de Chile", señaló el ministro al interactuar con Rucalhue Energía, una empresa chilena subsidiaria de la China Three Gorges Corporation, subrayando sus esfuerzos por garantizar la seguridad en la zona de trabajo y apoyar a los subcontratistas afectados.

Al ser consultado sobre si la central debería ser considerada infraestructura crítica, Cordero explicó que, de estar vigente la legislación apropiada, es muy probable que así lo hubiera sido, lo que podría aumentar la protección en la región.

El ministro también enfatizó en la necesidad de enviar un mensaje claro a los inversionistas: "El Estado de Chile debe hacerse responsable de esta situación para transmitir confianza en la inversión".

¡Demanda bajo la Ley Antiterrorista!

Cordero reveló que, tras los primeros reportes sobre el ataque, el Ejecutivo decidió recopilar información para presentar una querella bajo la Ley Antiterrorista. "Este es el momento justo para actuar", afirmó.

La querella, que será presentada en los próximos días, busca enviar un fuerte mensaje a quienes llevaron a cabo este ataque, tachado por el Gobierno como un acto terrorista. Durante su visita, Cordero también se reunió con el alcalde de Santa Bárbara, Cristian Oses, donde ambos coincidieron en la necesidad de colaboración entre el sector público y privado para enfrentar este tipo de incidentes.

Reacciones del Gobierno y cambios en el gabinete

Desde el Ejecutivo, se indicó que el ministro de Economía, Nicolás Grau, se involucró en la situación inmediatamente después del ataque. El objetivo es demostrar que el Gobierno es "implacable" y brindar tranquilidad tanto a los ejecutivos de CWE como al embajador Niu Qingbao.

En este contexto, el gobierno aceptó la renuncia del secretario regional ministerial de Energía, Jorge Cáceres, tras comentarios criticados que minimizaban la seguridad en el país, justo después del atentado.

Las palabras de Cáceres, durante un evento económico, generaron indignación en el ámbito político, especialmente considerando la seriedad del incidente en Rucalhue.