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¡Alerta en Cuesta Chinchorro! Rehabilitación podría tardar hasta ocho meses, alcalde exige medidas urgentes

2024-10-09

Autor: Mateo

Este miércoles, el tránsito de vehículos en la Cuesta Cultura Chinchorro, en Cuesta Camarones, permanece completamente cerrado debido a un grave desprendimiento de rocas que comenzó hace una semana. Esta situación ha llevado a que cientos de conductores queden varados, complicando sus desplazamientos entre Arica e Iquique.

La rehabilitación de la vía podría extenderse entre seis y ocho meses, lo que representa una crisis para los habitantes de la zona y los viajeros frecuentes. Mientras tanto, se ha habilitado una pista en dirección a Arica, donde miles de vehículos luchan por continuar su marcha, generando embotellamientos significativos.

Anteriormente, se había anunciado que la ruta permanecería cerrada desde las 8 de la noche hasta las 8 de la mañana, pero debido a los constantes derrumbes, es necesario extender este cierre, poniendo en riesgo la seguridad de quienes se aventuran a transitar por el lugar.

El alcalde de Camarones, Bastián Ramos, ha alzado su voz en este contexto, reclamando la necesidad de un plan de contingencia efectivo para abordar la situación actual. “Desde el primer día de la emergencia, hemos estado advirtiendo sobre la urgencia de activar un plan para limitar el acceso a la cuesta. Estamos en el día ocho de esta crisis y seguimos sin respuestas adecuadas”, expresó Ramos con preocupación.

Además, el alcalde ha solicitado el refuerzo de la presencia de Carabineros en la zona para controlar el flujo de personas, destacando el peligro que representa el deslizamiento de rocas y la irresponsabilidad de algunos que intentan cruzar a pesar de las advertencias. “Sabemos que esto no se resolverá en el corto plazo. Se ha confirmado que requeriremos entre seis y ocho meses, y por lo tanto, es vital que se implementen medidas adicionales de seguridad”, alertó.

En medio de esta crisis, muchos trabajadores del sector minero han tomado la difícil decisión de caminar por la cuesta, ya que el transporte público ha dejado de operar en la ruta afectada. Las autoridades regionales se enfrentan al desafío de encontrar soluciones rápidas y efectivas, mientras la comunidad local sigue esperando respuestas concretas sobre el futuro del acceso en esta peligrosa vía.