Investigadores chilenos han realizado un alarmante descubrimiento: múltiples virus, algunos de ellos desconocidos, han sido detectados en plantas de cilantro, un auténtico pilar de la gastronomía chilena que se utiliza en platillos como el famoso pebre. Esto ha encendido las alarmas entre agricultores y chefs por igual, generando preocupación sobre la seguridad y disponibilidad de este insumo vital.

Los culpables de la propagación de estos virus son los áfidos, pequeños insectos que infestan las plantaciones de cilantro. A través de avanzadas técnicas de secuenciación masiva, se identificaron estos patógenos en cultivos de la Región Metropolitana, lo que destaca la diversidad genética de los virus encontrados y plantea nuevas interrogantes sobre su impacto en la agricultura local.

Entre los virus descubiertos se encuentra uno inédito denominado Cytorhabdovirus coriandrum, identificado gracias a esta innovadora tecnología que permite detectar agentes virales que jamás habían sido descritos antes. El profesor Alan Zamorano, líder de la investigación y docente en la Universidad de Chile, explicó que el genoma de este virus consta de 14,180 nucleótidos, lo que evidencía la complejidad de la situación.

El estudio reveló la existencia de hasta siete virus diferentes en una sola planta de cilantro, entre los que se encuentra el beet mosaic virus y el turnip yellows virus, que son nuevas incorporaciones a la lista de patógenos en este cultivo.

La alarma se hace aún más relevante cuando Zamorano menciona la capacidad de una sola planta para albergar una carga viral tan elevada, lo que subraya la imperante necesidad de implementar estrategias de manejo preventivas efectivas. Esta preocupación resuena especialmente entre los pequeños agricultores, quienes dependen del cilantro para su sustento.

Aunque el estudio afirma que estos virus no representan un riesgo para la salud humana ni animal, ya que estos patógenos vegetales no pueden infectar células animales o humanas debido a barreras evolutivas, la situación sigue siendo crítica para la agricultura chilena. Zamorano hace un llamado urgente para adoptar prácticas agronómicas robustas que eviten la propagación de estas enfermedades, destacando que actualmente no existe cura disponible para los virus hallados.

En consecuencia, la comunidad agrícola y gastronómica de Chile se encuentra en una encrucijada: ¿cómo proteger uno de los ingredientes más emblemáticos de su cocina ante esta amenaza viral? Las acciones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para salvaguardar la esencia de la gastronomía nacional.