Ciencia

¡Alerta en Latinoamérica! Los neurólogos advierten sobre el creciente riesgo de ACV en la región

2024-11-21

Autor: Martina

(Desde Bogotá, Colombia) - En el marco del XXVI Congreso Iberoamericano de Enfermedad Cerebrovascular, celebrado en Colombia, los expertos han unido fuerzas para abordar la alarmante tendencia en el aumento de casos de Accidente Cerebrovascular (ACV) en los últimos años, lo que ha generado preocupación entre la población, los profesionales de la salud y los gobiernos de Latinoamérica.

La inquietud se puede dividir en tres grandes áreas. La primera de ellas es el dolor emocional y social que conlleva la muerte de un ser querido, que afecta no solo a la familia directamenta, sino a toda la comunidad. La segunda área se refiere a las discapacidades que enfrentan los pacientes sobrevivientes, que impactan no solo su calidad de vida, sino también la economía familiar, ya que el miembro que solía generar ingresos ahora debe someterse a largos y costosos procesos de rehabilitación.

Por último, se destaca el tremendo impacto financiero en los sistemas de salud pública, ya que los pacientes requieren atención a largo plazo de un equipo multidisciplinario, que incluye médicos, terapeutas y enfermeros.

A nivel global, aproximadamente 15 millones de personas sufren un ACV cada año; de estas, 5 millones fallecen y 5 millones más quedan con discapacidades permanentes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un ACV ocurre cuando se bloquea o se rompe un vaso sanguíneo, lo que interrumpe el suministro de oxígeno al cerebro, provocando daños severos o incluso la muerte.

Durante este congreso, se discutió el impacto en la región de las Américas, donde millones de personas no reciben diagnósticos oportunos, llegan tarde a las consultas, no adoptan medidas preventivas adecuadas y, tras un ACV, no reciben los tratamientos necesarios para una recuperación efectiva.

El doctor Esteban Londoño, experto en salud pública de Colombia, advirtió que la situación de las enfermedades cerebrovasculares ha empeorado en los últimos años. «En la región tenemos una iniciativa importante de prevención de enfermedades cerebrovasculares, la Iniciativa en las Américas, que se está implementando activamente en 27 países con el objetivo de reducir tanto la frecuencia de eventos como la gravedad de los mismos», afirmó.

Además, subrayó que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la región, con 2 millones de decesos anuales, de los cuales aproximadamente 700.000 se consideran evitables. Esto representa una responsabilidad ética urgente para salvar vidas y mejorar la calidad de vida de la población.

Londoño también hizo un llamado a abordar de inmediato factores de riesgo modificables, como la hipertensión arterial mal controlada, que es responsable del 60% de los casos de ACV en la región. Un aumento de solo 20 miligramos de mercurio en la presión sistólica puede incrementar significativamente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

El doctor Pablo Lavados, un prominente neurólogo en Chile, destacó la gravedad del problema, señalando que en su país 40.000 personas sufren un ACV cada año, lo que equivale a un caso cada 15 minutos. Esta situación repercute de forma drástica en la calidad de vida de los sobrevivientes; un 40% presenta una disminución notable en su calidad de vida después de seis meses.

A pesar de algunos avances logrados en las últimas décadas, la reciente década ha mostrado una tendencia negativa en la asistencia o prevención de ACV, especialmente entre las poblaciones más jóvenes, lo cual es un reto alarmante. También lamentó que algunos países, como Colombia, Brasil y El Salvador, carezcan de coordinación y planificación en sus programas de atención por ACV, lo que dificulta el tratamiento adecuado y oportuno de los pacientes.

Los expertos apuntan que, para combatir efectivamente el aumento de casos de ACV, es crucial trabajar en conjunto y de forma interconectada. El doctor Juan Manuel Guzmán, neurólogo en México, enfatizó la importancia de establecer protocolos de referencia y contrarreferencia para la atención integral del paciente, ya que la fragmentación de los servicios de salud ha generado una atención ineficaz.

La situación actual exige un esfuerzo conjunto de los profesionales de la salud y una colaboración más efectiva entre los países de la región para frenar esta creciente crisis de salud pública. Las comunidades deben ser educadas sobre la prevención, el manejo de la hipertensión y la importancia del acceso a atención médica oportuna para reducir el impacto de los ACV y mejorar la calidad de vida de los afectados. ¡No podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta alarmante realidad!