En una alarmante serie de incendios forestales provocados intencionalmente, la comuna de Los Álamos, en la Provincia de Arauco, se ha visto azotada por el fuego en varias ocasiones recientes.

El más reciente incidente ocurrió en la madrugada del domingo, al norte de la localidad, seguido por otro incendio al sur, a tan solo un kilómetro de áreas residenciales, específicamente en el predio San Ambrosio. La situación ha llevado a un despliegue significativo de bomberos, quienes enfrentan condiciones extremas debido a la difícil ubicación de los siniestros en quebradas.

Humberto Toro, delegado presidencial de la provincia, ha manifestado la complejidad y los riesgos a los que se enfrentan los equipos de emergencia. Se han reportado un total de cinco incendios con ocho focos, todos de origen intencional, lo que fue comprobado tras el hallazgo de velas en los sitios afectados.

Corma ha indicado que los incendios comenzaron a las 20:50 horas en Huellerehue el 11 de enero y continuaron propagándose hasta Los Álamos y San Ambrosio. Mientras la mayoría de los incendios ya han sido controlados, el fuego en Huellerehue sigue activo y en combate, con dos focos aún presentes.

La gerenta regional de Corma, Margarita Celis, ha subrayado que estos ataques son una repetición de eventos anteriores, siendo el más destacado el ocurrido el 22 de diciembre, donde igualmente se reportaron ocho focos. "Esto revela una clara intencionalidad criminal que no podemos ignorar", enfatizó.

La población ha sido instada a estar alerta y a denunciar cualquier actividad sospechosa en los bosques, especialmente durante la detección de nuevos incendios. A pesar de encontrarse en un Estado de Excepción y bajo alerta roja por condiciones climáticas adversas, los atacantes parecen no mostrar preocupación alguna.

Las autoridades han exigido la designación de un fiscal exclusivo para investigar estos incidentes, además de que los patrullajes y la presencia policial se refuercen de inmediato. Celis destacó la necesidad de una colaboración más estrecha entre el sector público, privado y la sociedad civil para detener a estos criminales que amenazan tanto el ecosistema como la seguridad de la comunidad.

Mientras la comunidad sigue con temor, el clamor por justicia y acciones más fuertes se hace eco en los corazones de quienes residen en la zona. ¡No bajemos la guardia! Es momento de unir fuerzas y proteger nuestro entorno!