Las enfermedades alérgicas están afectando a más de un tercio de la población en los países desarrollados, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que se espera que para el año 2050, una de cada dos personas se vea afectada por alguna forma de esta afección. Esto las convierte en una de las seis principales causas de consulta en Atención Primaria, y la alarma es evidente.

La notable creciente prevalencia de estas enfermedades no solo es alarmante, sino que también representa una gran carga para los Sistemas Nacionales de Salud. Este problema se agudiza por dos factores esenciales: el aumento de las comorbilidades, que afecta a múltiples órganos y complica el tratamiento, y la polisensibilización, especialmente en el caso del asma y las rinoconjuntivitis alérgicas, donde los pacientes presentan síntomas a varios alérgenos, aumentando la gravedad de su situación.

La atención a los pacientes alérgicos generalmente recae en alergólogos, pero también en médicos de atención primaria, urgencias y otras especialidades. Sin embargo, muchos de estos profesionales carecen de la formación adecuada para identificar y manejar condiciones como la alergia a venenos de himenópteros, alergias alimentarias y reacciones a medicamentos, e incluso la anafilaxia, que puede ser mortal.

Un reciente estudio de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha revelado una sorprendente escasez de formación en Alergología en las facultades de Medicina de España. Solo el 30% de las universidades españolas incluye una asignatura troncal en esta área, y solo un 12% adicional la ofrece como optativa. Más alarmante aún, apenas un 26% de los profesores que imparten esta materia son especialistas en Alergología.

Ante este preocupante panorama, la SEAIC está trabajando para incorporar la enseñanza de la Alergología en los currículos de Medicina, con el fin de que los futuros médicos estén mejor preparados para identificar y tratar enfermedades alérgicas. Una educación adecuada podría reducir significativamente los errores médicos y mejorar el manejo terapéutico, lo cual también podría disminuir las listas de espera y los costos asociados a la atención sanitaria.

Es fundamental que sean alergólogos los encargados de enseñar esta disciplina, ya que garantizará que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para el manejo de enfermedades alérgicas. Esto además fomentará un mayor interés en investigar y hacer innovaciones en este campo.

Diversos grupos y organizaciones, incluyendo la Comisión de Docencia de la SEAIC, la Conferencia Española de Facultades de Medicina (CEEM), y asociaciones de pacientes como FENAER, han manifestado la necesidad imperiosa de mejorar la presencia de la Alergología en los planes de estudios. La falta de atención a esta especialidad puede llevar a consecuencias graves, no solo para los pacientes, sino también para la calidad de la atención médica en general.