Ciencia

¡Alerta! La humanidad extingue 600 especies de aves y pone en riesgo el equilibrio natural

2024-10-03

Autor: Camila

La expansión del ser humano por el planeta no solo ha traído progreso, sino también devastación para la fauna. El reciente estudio publicado en la revista Science revela que aproximadamente 600 especies de aves han desaparecido en los últimos 130,000 años, y con cada ave que se extingue, también se elimina su papel crucial en el ecosistema. Desde la polinización hasta el control de plagas, los efectos de estas extinciones son profundos. Los investigadores advierten que, de continuar esta tendencia, más de 1,300 especies aviares podrían desaparecer en los siguientes 200 años, lo que representa casi el 20% de las 10,000 especies que existían antes de la expansión humana.

Históricamente, la tasa de extinción de aves era mínima, estimándose en 0.1 especies por millón por año. Sin embargo, tras la llegada de los humanos, esta cifra se disparó. Entre las causas de estas extinciones están la caza, la destrucción de hábitats y la introducción de especies invasoras, como gatos y ratas. El estudio en cuestión, que revisó registros arqueológicos y colecciones taxonómicas, revela que las extinciones han aumentado drásticamente desde el año 1500, durante la era de las exploraciones europeas, donde la tasa de extinción se multiplicó por 28.

Los investigadores han observado que son las aves que desempeñan funciones únicas las que están en mayor peligro de extinción. Un ejemplo emblemático es el dodo, que fue crucial para la dispersión de grandes semillas en la isla de Mauricio. Similarmente, los moas de Nueva Zelanda, que pastaban en ausencia de mamíferos terrestres, también han desaparecido, dejando un vacío en el ecosistema que pocas especies pueden llenar.

A medida que el cambio climático se intensifica y las especies invasoras se multiplican, la situación se vuelve aún más crítica. Según el investigador Ferrán Sayol Sanyol del CREAF, los problemas resultantes de la pérdida de aves son múltiples: "El cambio climático, especies invasoras y la pérdida de hábitat están poniendo en riesgo la supervivencia de diversas especies". Cada extinción implica un desequilibrio que podría agravarse si se considera el aumento potencial en extinciones futuras.

El impacto no solo afecta a las aves; por ejemplo, en las islas hawaianas, la eliminación de frugívoros ha facilitado la deforestación, pues sin aves que dispersan semillas, las plantas no pueden regenerarse. De manera similar, la pérdida de buitres y otros carroñeros ha llevado al aumento de cadáveres en el medio ambiente, lo que, a su vez, ha incrementado la prevalencia de enfermedades transmitidas por estos cadáveres en poblaciones humanas. La llegada de estos nuevos desafíos ambientalistas hace que la situación sea aún más crítica, ya que se podría perder un 27% de las funciones ecológicas si el ritmo actual de extinciones continúa.

Si bien estos fenómenos pueden parecer lejanos, la realidad es que muchas de estas extinciones han ocurrido en tiempos recientes, desde los siglos XV y XVI. Como destaca Jorge Orueta, especialista de SEO BirdLife, el problema es complejo y multifacético: "No se trata simplemente de la extinción de especies, sino de cómo estas pérdidas afectan a los ecosistemas en su conjunto".

Ante esta realidad alarmante, es fundamental tomar acción para conservar la biodiversidad y proteger aquellos papeles esenciales que las aves desempeñan en nuestros ecosistemas. Solo así podremos prevenir un futuro donde el canto de las aves se convierta en un eco del pasado.