El temor se apodera de los inversores

A medida que el pánico comienza a disiparse, la ansiedad de los inversores persiste. Aunque los mercados han dejado de experimentar convulsiones extremas y los precios de los bonos del Tesoro se estabilizan, las acciones de América, Asia y Europa apenas logran recuperarse. Las caídas diarias de más del 1% han dejado de ser sorprendentes, y el índice VIX, conocido como el 'medidor del miedo' de Wall Street, ha bajado desde sus niveles alarmantes de hace dos semanas, aunque aún se posiciona en cifras que no se veían desde 2022, en pleno mercado bajista. Mientras tanto, el precio del oro alcanza récords históricos. Los inversores parecen estar cumpliendo la máxima: "vender lo que uno tiene".

Los Siete Magníficos en peligro

Las acciones de un grupo selecto se enfrentan a un destino aún más preocupante. Según Michael Hartnett de Bank of America, hace un año, los gestores de fondos tenían una 'sobreponderación' récord en las acciones estadounidenses, especialmente en los gigantes de la tecnología conocidos como los Siete Magníficos: Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla. Sin embargo, desde su pico en diciembre, estas acciones han sufrido una caída del 25%, mucho peor que el índice S&P 500. Tesla, en particular, ha visto su valor de mercado reducido a la mitad, y Goldman Sachs ha rebautizado al grupo como los 'Siete Maléficos'.

Las señales de advertencia se multiplican

Los signos de que el optimismo estaba desvaneciéndose se hicieron evidentes con la errática política de la Casa Blanca, que ha hecho dudar a los inversores sobre la viabilidad de los activos estadounidenses. La guerra comercial arrojó sombras sobre el crecimiento, sugiriendo que Estados Unidos podría ser el más afectado. Las grandes multinacionales, cuyos modelos de negocio se basan en cadenas de suministro globales, enfrentan un gran riesgo, y los fabricantes de chips no son la excepción. El índice de semiconductores de Filadelfia ha caído más de un tercio desde julio.

Un futuro incierto para el gigante tecnológico

A pesar de la reciente caída en sus acciones, la mayoría de los Siete Magníficos siguen siendo vulnerables a nuevas sacudidas. Con valoraciones de mercado exorbitantes, más de 30 veces sus beneficios subyacentes, la presión sobre estas empresas es enorme. Las expectativas sobre su crecimiento futuro son la base de sus elevadas valoraciones, pero la incertidumbre rodea estas proyecciones. ¿Quién puede predecir cómo será el mercado en 2030 o 2040? Las empresas con altas valoraciones son especialmente susceptibles a las perturbaciones del mercado.

Economía en transformación y desafíos a la vista

El acelerado crecimiento de beneficios que han disfrutado los Siete Magníficos podría no ser sostenible. Aunque se espera un impresionante crecimiento del 34% en 2025, advertencias sobre una posible desaceleración están surgiendo. La dependencia de las multinacionales de la innovación se convierte en un obstáculo, y la alta inversión en capital que ahora requieren aumenta su vulnerabilidad ante un mercado en declive.

El dilema del capital y el futuro de las startups

A medida que los gigantes tecnológicos se expanden y gastan más en nuevas plataformas e infraestructura, la presión sobre sus márgenes de beneficio crece. Estas empresas, aunque rentables, están consumiendo capital de clientes más pequeños y deficitarios que dependen de sus servicios. Para mantener el crecimiento explosivo, el acceso a capital debe seguir siendo abundante. Si la incertidumbre persiste en el mercado, los inversores podrían optar por la cautela sobre el riesgo, lo que podría amplificar la crisis para estos titanes tecnológicos.