Un reciente estudio ha revelado que el exceso en el consumo de carne podría ser uno de los principales factores que contribuyen al crecimiento alarmante de enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo 2. Si bien la carne es un componente habitual en muchas dietas, las investigaciones indican que su ingesta exagerada puede ser perjudicial para la salud.

Liderado por la Dra. Chunxiao Li de la Universidad de Cambridge, el estudio investigó la relación entre el consumo de carne roja (tanto procesada como no procesada) y las aves de corral en diversas regiones del mundo. Este metaanálisis se basa en datos de 31 cohortes de 20 países, abarcando regiones como América, Europa, el Mediterráneo Oriental, Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental, y analizó la información de 1.966.444 personas mayores de 18 años.

En un seguimiento promedio de 10 años, se detectaron 107.271 nuevos casos de diabetes tipo 2. Los participantes consumían, en promedio, 110 g/día de carne roja sin procesar, 49 g/día de carne procesada y 72 g/día de aves de corral. Los hallazgos son sorprendentes: cada 100 g/día adicionales de carne roja incrementan el riesgo de diabetes tipo 2 en un 10%, cada 50 g/día de carne procesada lo aumentan en un 15%, y cada 100 g/día de aves de corral lo incrementan en un 8%, ¡una estadística que debería hacer sonar las alarmas!

Particularmente en América del Norte, Europa y el Pacífico Occidental, las evidencias de estos riesgos son más marcadas, sugiriendo que las dietas elevadas en carne roja y procesada podrían ser un factor determinante en el aumento de esta enfermedad. En un descubrimiento alentador, el estudio también encontró que reemplazar la carne procesada con carne roja no procesada o aves de corral podría ayudar a reducir la incidencia de diabetes tipo 2.

Con estos resultados, es fundamental que los expertos en salud pública y nutrición reconsideren las recomendaciones dietéticas actuales y promuevan una alimentación más equilibrada. ¡No subestimes el poder de tu plato! La próxima vez que te sientes a comer, pregúntate si tu dieta podría estar en riesgo de contribuir a problemas de salud a largo plazo. Tu bienestar podría depender de ello.