El director del Hospital El Pino, el doctor Edgardo Villavicencio Pinto, ha lanzado una potente advertencia este viernes sobre la alarmante inseguridad que envuelve a las instalaciones en la comuna de San Bernardo, revelando un preocupante aumento en los casos de violencia que han llevado a la renuncia de varios médicos.

"He estado en este hospital durante 15 años, y la violencia ha aumentado en intensidad y gravedad. En el pasado, eran incidentes esporádicos, pero en los últimos dos meses hemos vivido siete encerronas a nuestros funcionarios", afirmó Villavicencio, enfatizando la urgencia de la situación.

En una impactante entrevista con El Diario de Cooperativa, el director subrayó que pese a la implementación de planes de acción para mejorar la seguridad, estos no han logrado contrarrestar la creciente violencia en la zona. En solo una semana, se registraron siete incidentes violentos, lo que ha hecho sonar todas las alarmas de seguridad.

"La mayoría de los afectados han sido médicos, y algunos aún se encuentran con licencia médica por el trauma que han sufrido, temerosos de regresar al hospital", reveló el profesional de la salud. Indicó que hay doctoras que han expresado su intención de renunciar tras ser víctimas de delitos en esta última semana, y probablemente presentarán su renuncia al concluir su periodo de licencia médica.

El doctor añadió que esta situación no solo afecta a los trabajadores, sino también a la reputación del hospital, dificultando la captación de nuevos talentos, ya que muchos desestiman la opción de trabajar allí debido a problemas de seguridad.

"Es imperativo que se refuercen las medidas de seguridad en nuestras instalaciones", advirtió Villavicencio, quien considera que el respeto hacia los funcionarios de salud se ha perdido con el tiempo. El líder hospitalario enfatizó que la violencia está escalando y necesita una respuesta más robusta de las fuerzas del orden. "Carabineros es insuficiente para manejar esta problemática", cuestionó con firmeza.

Agregó que los guardias de seguridad privados tampoco tienen los medios para hacer frente a situaciones críticas, como los robos violentos que han ocurrido en otras áreas del país, lo que agrava aún más la situación.

"El clima aquí es de temor; ante cualquier indicio de violencia, activamos un código de seguridad conocido como 'Clave Ámbar', que se emite a través de altavoces en caso de agresiones a nuestro personal", concluyó el doctor Villavicencio.

La comunidad está en vilo mientras esperan respuestas efectivas por parte de las autoridades locales. ¿Qué medidas se tomarán para garantizar la seguridad de quienes arriesgan sus vidas para salvar a otros? Es una cuestión que exige nuestra atención inmediata.