En las últimas semanas, hemos sido testigos de un preocupante aumento en los ataques a cajeros automáticos en el país, un fenómeno delictual que creció dramáticamente en 2014 y que parecía haber disminuido, hasta que repentinamente ha resurgido en septiembre de este año.

En una entrevista exclusiva con Neftalí Carabantes, abogado y exsubsecretario de Carabineros, se abordaron las alarmantes implicaciones de esta tendencia. "Hace mucho tiempo que no veíamos este tipo de delitos con tanta prevalencia", advirtió Carabantes, quien destacó que lo más preocupante es el incremento en la violencia de estos ataques.

Carabantes subrayó que esta situación genera un "riesgo enorme" y es imperativo que la población no permita que se convierta nuevamente en una tendencia peligrosa.

Debilidades en las medidas de seguridad

Uno de los principales problemas identificados son las fisuras en las medidas de seguridad de los cajeros automáticos. Los recientes ataques han utilizado técnicas antiguas, como la "saturación por gas", poniendo de manifiesto fallas significativas en los sistemas de protección. "En la mayoría de los casos, no ha habido billetes entintados y el monitoreo no coincide con los protocolos de las alarmas; realmente hay debilidades y fisuras en el sistema", explicó el abogado.

Para hacer frente a esta preocupante situación, Carabantes propuso no solo el refuerzo de las medidas existentes, sino también la implementación de anclajes más seguros para los cajeros y la instalación de cámaras de seguridad en las inmediaciones. Además, enfatizó la importancia de aumentar las fiscalizaciones en estos puntos críticos y realizar inspecciones de terreno para verificar que se están ejecutando adecuadamente las medidas de seguridad.

Lo más alarmante es que, según Carabantes, en cada uno de los robos han estado involucradas más de ocho personas, lo que sugiere la existencia de organizaciones delictivas bien estructuradas detrás de estos ataques. Estas bandas organizadas no solo representan un desafío para la seguridad pública, sino que también podrían estar expandiendo su alcance y métodos.

La comunidad debe mantenerse alerta y colaborar con las autoridades para evitar que esta nueva ola de delitos se intensifique. Las cifras recientes muestran un aumento que no debería ser ignorado. La seguridad de nuestros cajeros automáticos depende de la acción conjunta entre entidades financieras y las fuerzas de seguridad para proteger la integridad de todos los ciudadanos.