En un mundo donde los influencers parecen navegar a la deriva entre contenido y política, Alex Clark ha emergido como una figura destacada que se atreve a cruzar esa línea. Aunque muchos creadores de contenido, similar a Alexander Cooper, han perdido seguidores por involucrarse en temas políticos, Clark se mantiene en el ojo del huracán, defendiendo valores conservadores en un espacio que usualmente se asocia con la progresía.

Clark, conocida por su enfoque en bienestar y salud, ha encontrado su voz en el videopodcast 'Culture Apothecary', donde aboga por una ‘cura’ a lo que ella llama una 'cultura enferma'. Con episodios que exploran la maternidad, las relaciones heterosexuales y el descontento hacia el feminismo, su contenido ha resonado especialmente con la derecha política en EE. UU. Desde su debut en septiembre, su podcast ya figura entre los más escuchados en las plataformas de Apple y Spotify, mientras que su grupo privado en Facebook, CUTEservatives, es un refugio para los que buscan un espacio libre de voces progresistas.

Su transformación a una voz prominente dentro del movimiento 'Make America Healthy Again' (MAHA) reflejó su desconfianza hacia el sistema de salud, alimentada por su rechazo a la vacunación obligatoria y el uso de anticonceptivos hormonales. Clark ha transparentado cómo, a raíz de leer sobre la crisis de opioides en EE. UU., comenzó a cuestionar la industria farmacéutica: “No me gustó que nos obligaran a vacunarnos”, comentó en una reciente entrevista.

En este panorama, la figura de Clark no solo es considerada relevante para el movimiento de Trump por su énfasis en bienestar, sino que se ha alineado con este para apelar a una audiencia que puede estar desconectada de la política convencional. La consultora de marketing, Lauren Lipsay, resalta que estamos en una era donde las posturas políticas extremas encuentran cada vez más espacio en el discurso público, un fenómeno que se ha amplificado con el ascenso de Trump y su enfoque audaz hacia los medios.

A medida que Clark establece su presencia, la conexión entre el bienestar y la política se torna más evidente. "Lo que está haciendo es una campaña", explicó Ignacio Cabra Bellido, un experto en marketing de influencers. “La política se ha convertido en parte integral del contenido, y a medida que más influencers se identifiquen con la derecha, veremos un cambio en cómo se percibe este género.”

Mientras que en España la mayoría de los influencers todavía titubean a la hora de tomar posturas políticas por miedo a perder seguidores, en EE. UU., figuras como Clark muestran que existe un mercado creciente para un contenido que desafía las normas establecidas. Esta 'guerra conservadora del bienestar', como se le llama, está redefiniendo el paisaje digital y el papel que los influencers están dispuestos a jugar en él.

¿Podría Alex Clark ser el futuro de los influencers de bienestar? Solo el tiempo lo dirá, pero su ascenso en medio de la polarización política actual señala un cambio radical en los temas que ahora ocupan la atención del público y cómo estos se entrelazan con el bienestar personal.