Los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid (UVa) han levantado la voz enérgicamente en oposición a la apertura de dos nuevas facultades en Burgos y León para el curso 2026-27, considerando esta medida como "innecesaria y perjudicial". Esta semana, junto a sus compañeros de la Facultad de Medicina de Salamanca, emitieron un comunicado que detalla seis razones fundamentales para su rechazo, una decisión que ya ha sido tomada por la Junta.

Preocupaciones sobre la calidad de la educación

La primera preocupación que expresan es la necesidad de un profesorado cualificado y una infraestructura adecuada para garantizar una formación de calidad. Advierten que la creación de nuevas facultades sin un incremento proporcional en los recursos resultará en un notable descenso en la calidad de la enseñanza, afectando potencialmente la seguridad de los futuros pacientes. Además, enfatizan que la contratación de docentes ya presenta dificultades, un problema que podría empeorar en los próximos años debido a las jubilaciones.

Escasez de plazas para prácticas hospitalarias

Otro punto crucial es la escasez de plazas para prácticas hospitalarias. Aunque este tema afecta más a los estudiantes de Salamanca, los vallisoletanos también sienten la presión. La falta de oportunidades de práctica adecuada podría comprometer la formación de los futuros médicos.

Condiciones laborales deficientes

A pesar de la insistente narrativa sobre la falta de médicos en Castilla y León, los estudiantes subrayan que hay plazas del MIR que permanecen vacías, situación que atribuyen a las deficientes condiciones laborales y salariales que llevan a muchos profesionales a buscar oportunidades en otras regiones o países. Así, sugieren que, en lugar de abrir nuevas facultades, es esencial mejorar la oferta de empleo y fortalecer las condiciones laborales para retener el talento médico en la comunidad.

Riesgos de mercantilización

Los estudiantes también advierten sobre los riesgos de la "mercantilización de la educación médica". Hay miedo a que los intereses económicos se prioricen sobre la calidad académica y asistencial, lo que podría convertir la educación médica en un mero negocio en lugar de un servicio público. Si esto sucede, se generarán desigualdades en la formación y preparación de los futuros médicos.

Excedente de graduados

El comunicado menciona además que aumentar el número de estudiantes sin un incremento correspondiente en las plazas de MIR podría dar lugar a un excedente de graduados incapaces de especializarse, lo que generaría frustración y un desperdicio de recursos públicos.

Saturación del mercado laboral

Finalmente, estos alumnos alertan de que la proliferación de facultades podría causar una "saturación" en el mercado laboral, sin una planificación adecuada para la inserción de los nuevos graduados, considerando la inminente jubilación de muchos profesionales en un sistema de salud que ya enfrenta desafíos por envejecimiento de la plantilla. Este fenómeno podría traer consecuencias desesperadas para el futuro de la atención sanitaria en la región.