Animales en el set: requisitos legales para salvaguardar el bienestar animal
2025-01-07
Autor: Lucas
En esta tribuna, se analiza la legislación española en torno a la protección de los animales en los sets de grabación, creada con el objetivo de proteger sus derechos y bienestar.
Beethoven, Lassie, Babe y otros icónicos personajes demuestran cuán esenciales son los animales en la industria audiovisual. Sin embargo, su participación en cine, televisión o publicidad conlleva la responsabilidad de atender sus necesidades y cumplir con diversas normativas.
Cuando una productora involucra animales en la grabación, según el artículo 62 de la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, debe presentar ante la autoridad competente una declaración que incluya la identificación de los animales, los tiempos de filmación y las condiciones que garanticen su bienestar.
Si los animales deben participar en escenas de crueldad o maltrato, el artículo 63 de la misma ley establece medidas más estrictas:
1. Las escenas deberán ser simuladas, evitando situaciones de estrés o daño físico para los animales.
2. Además de la declaración responsable, se requerirá una autorización previa del órgano competente. Esto incluye registros detallados sobre los animales y las condiciones de filmación.
3. La presencia de veterinarios especializados es obligatoria para asegurar que no haya sufrimiento durante el rodaje.
4. Los créditos de la producción deberán mencionar que las escenas han sido simuladas y que no se causó daño a los animales.
Es esencial, como dicta la ley, buscar alternativas tecnológicas que eviten el uso de animales reales siempre que sea posible.
También es crucial respetar la normativa autonómica y local aplicable en la localización del rodaje, y en caso de importar animales, seguir las regulaciones pertinentes para garantizar su bienestar.
La legislación española en protección animal refleja un progreso significativo en el cuidado y respeto hacia los seres que también dan vida a nuestras historias. Sin embargo, la responsabilidad recae en las productoras para asegurarse de cumplir con estas normativas, contribuyendo así a un enfoque más ético en la producción audiovisual.