Estados Unidos ha dado luz verde a Ucrania para utilizar los misiles de largo alcance ATACMS en territorio ruso, una decisión muy esperada por el presidente Volodimir Zelenski durante varios meses. Este permiso fue anunciado por el presidente Joe Biden, permitiendo a Kiev llevar a cabo ataques limitados dentro de las fronteras de Rusia.

Según un informe del New York Times, esta decisión estratégica por parte de Washington es una respuesta directa al reciente despliegue de 10,000 soldados norcoreanos en la región fronteriza de Kursk, donde Ucrania mantiene un control parcial, lo que añade una nueva dinámica a la ya complicada situación geopolítica.

Desde el Kremlin, ha surgido una fuerte crítica hacia esta medida, acusando a EE.UU. de intensificar el conflicto. Dmitri Peskov, portavoz de Vladimir Putin, argumentó que esta autorización de armas podría provocar "una escalada de la tensión en torno a este conflicto", lo que aumenta la preocupación sobre una posible guerra total entre Rusia y la OTAN.

Es importante recordar que en septiembre, Putin advirtió que si Occidente permitía a Ucrania utilizar este tipo de misiles, la OTAN se vería arrastrada a la guerra, cambiando así "la naturaleza del conflicto" al transformarse de una disputa entre fuerzas rusas y ucranianas a un enfrentamiento más amplio que involucra a las potencias occidentales.

Características del ATACMS

Los misiles ATACMS (Army Tactical Missile Systems) tienen un impresionante alcance de 300 kilómetros, lo que les permite golpear objetivos estratégicos a gran distancia. Estos misiles guiados son propulsados por un cohete de propelente sólido de una sola etapa, con una longitud de cuatro metros y un diámetro de 610 milímetros. Su ojiva de 226 kilogramos de explosión fragmentada es letal, lo que les brinda una capacidad crítica para impactar en puntos cruciales del territorio enemigo.

Se pueden lanzar desde plataformas como el M270 MLRS y el HIMARS, y su fabricante, Lockheed Martin, destaca que proporcionan a los comandantes operativos una “potencia de fuego inmediata para llevar a cabo batallas profundas”. Este sistema de armas convencional tiene el potencial de atacar objetivos que se encuentren mucho más allá de la capacidad de los cañones y otros misiles disponibles actualmente.

Cada misil ATACMS está empacado en una cápsula de lanzamiento diseñada para los lanzadores de la familia MLRS, lo que lo hace fácil y rápido de implementar en el campo de batalla. Además, su sofisticado sistema de navegación inercial asistido por GPS garantiza una precisión devastadora, lo que podría cambiar radicalmente la táctica militar utilizada tanto por Ucrania como por sus oponentes.

La inclusión de los misiles ATACMS en el arsenal ucraniano no solo representa un cambio en la dinámica del conflicto, sino que también incrementa las tensiones en la región. Los analistas señalan que esto podría ser el preludio de una nueva etapa en la guerra, y los ojos del mundo están puestos en cómo evolucionará esta situación crítica.