La tragedia continúa en Florida, Estados Unidos, donde la cifra de muertes causadas por el huracán Milton ha ascendido a once en las últimas horas. Alarmantemente, varias de estas fatalidades se registraron debido a tornados que azotaron la región antes de la llegada del huracán.

Medios estadounidenses como NBC News han informado que cinco de las víctimas perdieron la vida en el condado de St. Lucie, en la costa atlántica, donde se produjeron "tornados de giro rápido" justo antes del impacto del huracán. Las autoridades están en shock tras las devastadoras noticias que afectan especialmente a la comunidad de mayores Spanish Lakes Country Village, en el norte de Fort Pierce, que sufrió graves daños.

El alguacil del condado, Keith Pearson, anunció que las cuadrillas de búsqueda y rescate siguen trabajando arduamente para localizar a más víctimas, dado que cientos de viviendas han sido destruidas o dañadas gravemente. Esto ha sembrado el miedo y la incertidumbre entre los residentes de la zona.

Además, la policía de San Petersburgo ha confirmado dos muertes relacionadas con la tormenta en su área, mientras que el sheriff del condado de Volusia, Michael J. Chitwood, ha reportado tres fallecimientos adicionales en su jurisdicción. La situación es tan crítica que en el condado de Citrus se registró la undécima muerte tras el impacto de un árbol sobre un vehículo, que terminó con la vida del conductor.

En un panorama aún más desolador, más de tres millones de hogares y negocios se encuentran sin electricidad, complicando aún más la situación para las víctimas y los equipos de rescate. La recuperación podría llevar semanas, dependiendo de la magnitud de los daños y la restauración de los servicios esenciales.

El paso del huracán ha dejado huella, pero incluso después de que el ojo del ciclón salió del estado, los meteorólogos han advertido que la región seguirá sufriendo los efectos del mal tiempo, con lluvias intensas y vientos fuertes.

Los últimos reportes del Centro Nacional de Huracanes (NHC) indican que Milton ha sido clasificado como un ciclón postropical, pero aún se prevén "condiciones de tormenta tropical y marejadas ciclónicas en la costa sureste de Estados Unidos". Esto significa que el peligro no ha pasado completamente y los residentes deben seguir atentos y preparados.

Cabe destacar que el huracán hizo su aterrizaje en la noche del miércoles en Siesta Key, cerca de Sarasota, con vientos que alcanzaron los 205 km/h, lo que lo clasifica en la categoría 3, contribuyendo así a la devastación que ha dejado a su paso. La comunidad se une para enfrentar los desafíos, pero el camino hacia la recuperación será largo y difícil.