Autopistas planetarias: Descubre cómo se trazan las rutas que toman las misiones espaciales
2024-11-22
Autor: Santiago
El 14 de octubre pasado, la nave Europa Clipper emprendió su viaje desde la Tierra, marcando el inicio de una emocionante travesía que durará casi seis años. Su destino es Europa, una de las 95 lunas de Júpiter, programando su llegada para el 11 de abril de 2030. Se trata de un mundo helado que alberga vastos océanos subterráneos, donde podría existir vida en condiciones extremas.
No obstante, este viaje no es tan simple como parece; Europa Clipper, siendo la nave más grande y pesada diseñada por la NASA para una misión interplanetaria, no fue lanzada directamente hacia Júpiter, sino en una trayectoria que incluye un sobrevuelo por Marte. "El Falcon Heavy de SpaceX no tiene suficiente potencia para un viaje directo a Júpiter", explica Ricardo L. Restrepo, ingeniero aeroespacial colombiano y diseñador de trayectorias de la misión. Por ello, es crucial el uso de la gravedad de otros planetas, lo que se conoce como asistencia gravitacional, para obtener los “empujes” necesarios para alcanzar su destino.
La asistencia gravitacional es un efecto físico que permite a la nave modificar su trayectoria y velocidad al volar cerca de un planeta, como si fuera una honda gigante. Esta técnica fue conceptualizada por el matemático ruso Yuri Kondratyuk en 1938, y desde entonces ha sido vital para la navegación espacial.
La primera sonda en utilizar esta técnica fue la Luna 3 soviética en 1959. Desde entonces, varias misiones, incluida la Voyager 1 y 2, han utilizado la gravedad de otros cuerpos celestes para escapar de la atracción del Sol. A día de hoy, cada misión evalúa una ruta específica que depende del tamaño de la nave, su carga y objetivos científicos.
Las agencias espaciales emplean sofisticados softwares para trazar las rutas más eficientes. La NASA usa Copernicus, desarrollado por la Universidad de Texas, que optimiza trayectorias para varias naves, mientras que la Agencia Espacial Europea emplea un programa de código abierto llamado Space Trajectory Analysis.
Pronto, Europa Clipper realizará un sobrevuelo de Marte, regresando hacia la Tierra con energía adicional antes de realizar un empuje final. Este tipo de planificación no termina cuando la nave llegue a Júpiter; el uso de la gravedad de sus lunas, conocidas como lunas galileanas, servirá para reducir la órbita inicial.
Durante su misión, Europa Clipper programará 49 sobrevuelos alrededor de Europa, recolectando datos valiosos sobre su superficie. Finalmente, en septiembre de 2034, la nave se dirigirá a Ganímedes, donde impactará su superficie ya sin combustible.
Controladas por señales de radio desde la Tierra, las naves espaciales como Europa Clipper son dosiladas por un complejo sistema de antenas con base en Madrid, Canberra y Pasadena. Mientras tanto, la sonda Hera, lanzada en octubre de este año, será impulsada por la gravedad de Marte en 2025 para explorar el sistema binario de asteroides Didymos.
Otro explorador notable es el Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE), que, aunque salió antes, llegará a Júpiter un año después que Europa Clipper, en julio de 2031. Esta misión también explora Ganímedes, Calisto y Europa hasta 2035. El futuro de la exploración espacial se presenta sorprendente y lleno de misterios aún por desvelar. ¿Podría el océano subterráneo de Europa contener formas de vida desconocidas? La espera será larga, pero la emoción está garantizada.