¡Hola! Hace poco, un lector de Juego Limpio se puso en contacto conmigo para expresar su agradecimiento por la información que compartimos cada semana. Sin embargo, su mensaje contenía una petición que consideró fundamental: destacar las acciones diarias que se realizan para cambiar la actualidad y enfrentar la crisis climática.

Es un hecho que en Chile y en el resto del mundo, cada día hay esfuerzos por desarrollar nuevas tecnologías, combatir la contaminación a través de debates legislativos y elaborar estrategias para la conservación de especies en peligro. Además, se publican estudios científicos que urgentemente llaman a la acción para combatir el cambio climático.

Aunque la situación parece sombría, la comunidad científica no se da por vencida. Como lo expresó el oceanógrafo Osvaldo Ulloa, hay un deber moral de alertar que el tiempo se está agotando. No podemos sentarnos a esperar a que la tecnología realice el trabajo que los líderes globales se comprometieron a llevar a cabo en el Acuerdo de París en 2015: limitar el calentamiento global a 1,5 grados.

Recientemente, una publicación de la revista BioScience recordó la advertencia hecha en 2020 por 15 mil científicos, quienes afirmaron que ya hemos cruzado este umbral crítico. También un editorial de Nature advirtió que a pesar del impulso en tecnologías avanzadas para extraer CO2 de la atmósfera, los eventos climáticos extremos ya se han desatado.

En este contexto, quiero resaltar el desarrollo del hidrógeno verde en Chile como una posible solución sustentable en la lucha contra el cambio climático. Marcos Kulka, de H2 Chile, ha manifestado que es normal que surjan cuestionamientos respecto a los megaproyectos de amoniaco verde, pero insistió en que la magnitud de estos proyectos justifica la atención del público.

Además, haremos un repaso de los avances globales en la lucha contra el cambio climático, así como un resumen de los eventos climáticos extremos que han ocurrido durante 2024, recordando la urgencia de actuar ahora.

También incluiré información sobre un notable proyecto de conservación del cóndor andino liderado por la PUCV, que se dará a conocer en la próxima Cumbre de la Biodiversidad en Cali, Colombia.

Vamos a profundizar en la controvertida situación del hidrógeno verde

La oposición al megaproyecto de amoniaco verde en Magallanes ha generado reacciones de diversas organizaciones comprometidas con la protección del medio ambiente. Este proyecto, operado por HNH Energy y con una inversión potencial de 11 mil millones de dólares, ha suscitado temores acerca de su impacto ambiental en el frágil ecosistema de Magallanes.

Recientemente, el Consejo de Monumentos Nacionales planteó preocupaciones sobre las rutas proyectadas que podrían afectar seriamente legados históricos, lo cual subraya la necesidad de un análisis cuidadoso de las implicaciones del proyecto.

Conversando con Marcos Kulka, él enfatizó que estas oposiciones son normales en proyectos de esta envergadura y no necesariamente comprometen su viabilidad. Sin embargo, también advirtió sobre la importancia de estos proyectos para substituir combustibles fósiles y generar energía con cero emisiones.

Chile tiene el potencial inigualable de generar más de 1.800 GW de energía, algo que podría convertir al país en un líder en la producción de hidrógeno verde a nivel mundial. Se estima que para 2030, el costo de producción del hidrógeno puede bajar a 1 dólar por kilogramo, lo cual representaría una ventaja competitiva significativa.

Además, hay cinco proyectos en evaluación que podrían producir más de 300 kilotoneladas de hidrógeno verde anualmente. Con una creciente demanda internacional y compromisos de carbono-neutralidad para 2050, Chile podría disfrutar de importantes beneficios económicos y ambientales.

La alarmante realidad de los eventos climáticos extremos

Recientemente, el prestigioso oceanógrafo Osvaldo Ulloa compartió un estudio que destaca la inacción frente al cambio climático, enfatizando que la comunidad científica ha alertado sobre las devastadoras consecuencias del calentamiento global, que amenaza nuestra existencia.

A medida que se acercan eventos globales, como la COP29, la urgente llamada de la comunidad científica se vuelve un grito desesperado por la acción colectiva y decisiones políticas valientes. En este sentido, las tecnologías pueden ayudar, pero no son una panacea sin reducciones drásticas en las emisiones.

Simultáneamente, hemos sido testigos de avances significativos en la lucha contra el cambio climático en varias partes del mundo. Desde legislación sobre plásticos hasta fallos judiciales que han obligado a gobiernos a actuar, estas victorias demuestran que la perseverancia puede cambiar el rumbo.

Desde Chile, que ha establecido legislación en contra de plásticos de un solo uso, hasta un notable fallo en Suiza que considera la inacción frente al cambio climático como violación de derechos humanos, hay un claro camino hacia adelante.

Iniciativas en lugares como Estados Unidos, donde se han implementado nuevas normas de protección ambiental, y esfuerzos internacionales en conservación marina son pasos fundamentales hacia un futuro más sostenible. La unión de ciudadanos y entidades gubernamentales muestra que la resiliencia y acción colectiva son esenciales para hacer frente a la crisis climática.

Un futuro de soluciones tecnológicas y conservación

Finalmente, el proyecto innovador de la PUCV que utiliza inteligencia artificial para la conservación del cóndor andino destaca cómo la tecnología puede jugar un papel crucial en la preservación de la biodiversidad chilena. A medida que nos acercamos a cruciales encuentros internacionales sobre biodiversidad, es fundamental que sigamos fomentando la colaboración entre academia, gobierno y sociedad civil para enfrentar juntos la crisis climática y preservar el futuro del planeta.

Este Juego Limpio pone en evidencia que, aunque el panorama es incierto, existen oportunidades reales para generar cambios positivos en el medio ambiente, siempre que actuemos con urgencia. ¡Hasta la próxima!