El Ayuntamiento de Barakaldo ha lanzado una iniciativa revolucionaria: un proceso participativo para desarrollar el I Plan de Bienestar Emocional y el I Plan de Prevención del Suicidio. Estas medidas surgen como respuesta a la inquietante y creciente preocupación de la población sobre la salud mental, especialmente tras los efectos devastadores de la pandemia de COVID-19.

Carlos Fernández, segundo teniente de alcalde, enfatizó: “Estamos enfrentando una pandemia invisible que está afectando seriamente a nuestra salud mental. Aunque estos problemas ya existían, la crisis sanitaria los ha exacerbado, afectando a jóvenes, mujeres, poblaciones vulnerables y a nuestros héroes del personal sanitario”. Este reconocimiento de la crisis emocional es un primer paso esencial hacia la solución.

Fernández resaltó la urgencia de aumentar la visibilidad y las iniciativas institucionales en este ámbito. Tanto el Plan de Bienestar Emocional como el de Prevención del Suicidio no reemplazarán los tratamientos existentes de salud mental proporcionados por las autoridades sanitarias, sino que servirán como respaldo a estas estructuras, buscando sumar esfuerzos en un área tan crucial.

La presentación de esta iniciativa tuvo lugar el 4 de diciembre en el Centro Cívico Clara Campoamor, donde tanto Fernández como la concejala Nuria Rodríguez manifestaron la necesidad de involucrar a la mayor cantidad posible de agentes sociales y ciudadanos en la creación de estos planes. “Estamos ante un campo sin ejemplos previos, por lo que es esencial que la comunidad participe activamente en su diseño”, destacó Rodríguez.

Con la implicación de todas las áreas municipales, partidos políticos y entidades colaboradoras, también se buscará la participación de asociaciones y AMPAs para evaluar la conciencia y conocimiento sobre la salud mental en Barakaldo. Además, contarán con la ayuda de expertos del Colegio de Psicólogos de Bizkaia y otros profesionales del ámbito sanitario para dar soporte a esta importantísima tarea.

Un adecuado diagnóstico es vital, y ya se ha presentado un estudio que detalla la situación del bienestar social y emocional de los barakaldeses. A lo largo de 2023, se han desarrollado indicadores que servirán como base sólida para ambos planes, aunque se ha encontrado dificultades debido a la falta de datos previos.

Hasta el momento, se han identificado seis indicadores clave que sustentan el trabajo programado para 2025. Rodríguez además enfatizó la importancia de ofrecer espacios seguros, acceder a servicios de deporte, educación y ocio, así como mantener un Barakaldo limpio y cuidado, como factores determinantes del bienestar emocional.

El interés por el bienestar emocional de los ciudadanos no es nuevo; en marzo de 2022, se aprobó en Pleno Municipal la necesidad de desarrollar un plan de salud mental. Sin embargo, la salud mental se encuentra fuera de las competencias directas del municipio. “El suicidio, siendo actualmente la causa principal de muerte no natural en adolescentes, nos impulsó a buscar urgentemente un enfoque y un plan de acción en esta área”, comentó la concejala.

Los esfuerzos de Cohesión Social, al establecer la conexión con Osakidetza, marcan el inicio de un trabajo colaborativo vital, destinado a construir un Barakaldo más saludable y seguro, donde la lucha por la salud mental se convierta en prioridad para todos.