En una reciente entrevista en un popular programa estadounidense, Bill Gates, el famoso empresario y filántropo, dejó claro que la inteligencia artificial (IA) cambiará drásticamente la forma en que trabajamos, especialmente en sectores como la medicina y la educación.

Gates, cofundador de Microsoft, expresó que la automatización llevará a una notable disminución de la necesidad de intervención humana en varias profesiones, anticipando que este cambio podría ocurrir en menos de diez años.

Durante su participación en el programa The Tonight Show, Gates compartió su visión acerca del futuro del trabajo en un mundo donde la IA es cada vez más prevalente. Según sus palabras, muchas áreas, en particular aquellas que requieren una especialización como la educación y la atención médica, están lidiando con una falta de profesionales bien capacitados, lo que ha impulsado el desarrollo de tecnologías que faciliten el acceso a servicios esenciales.

“En una década, recomendación médica y tutorías online dejarán de ser servicios costosos y limitados. Serán accesibles para todos, transformando radicalmente cómo las personas reciben atención sanitaria y educativa”, aseguró Gates.

El magnate sugirió que los sistemas de IA no solo podrían realizar tareas con mayor eficiencia, sino que también podrían reemplazar funciones que hoy cuentan con la supervisión de expertos en su campo. La llegada de estas tecnologías plantea interrogantes sobre el futuro del empleo, especialmente en profesiones que requieren habilidades técnicas avanzadas.

Además, Gates mencionó que la duración de la jornada laboral podría disminuir significativamente, sugiriendo que, en el futuro, podríamos estar trabajando solo dos o tres días a la semana gracias a la tecnología avanzada. Este pronóstico se produce en medio de un intenso debate mundial acerca de los efectos sociales y económicos de la expansión de la IA.

Por otro lado, es importante señalar que, aunque algunos expertos creen que la IA estimulará la productividad y generará nuevos empleos en el ámbito del desarrollo y mantenimiento de tecnología, otros expresan su preocupación por el posible desplazamiento de trabajadores y el aumento de la desigualdad socioeconómica que podría surgir como resultado.

Gates concluyó que su visión sobre el papel de la IA en el mercado laboral no se limita a una simple evolución en la manera de trabajar, sino que también está destinada a redefinir cómo interactuamos con la tecnología. Este cambio podría influir no solo en la economía, sino también en las políticas públicas, medicinales y educativas, especialmente en el ámbito del acceso equitativo a estos servicios vitales.

Así, el futuro que plantea Gates nos invita a reflexionar sobre los modelos de formación profesional y la importancia de adaptarnos a un mundo cada vez más automatizado. ¿Estamos listos para este cambio radical? La respuesta podría definir la próxima década.