Este martes se había programado una significativa reducción en las tasas de intercambio de los medios de pago, una medida que fue establecida hace un año y medio por el Comité para la Fijación de Límites a las Tasas de Intercambio. Sin embargo, en una sorpresiva reunión celebrada el lunes por la tarde, el Comité decidió suspender el ajuste que estaba en marcha, manteniendo así los límites actuales hasta que se definan nuevas tarifas.

Los límites actuales, que fueron ajustados por primera vez en octubre del año pasado, son del 0,50% para tarjetas de débito, 1,14% para crédito y 0,94% para prepago. Se esperaba que el 1 de octubre de este año se implementara una segunda baja con límites de 0,35% en débito, 0,80% en crédito y 0,80% en prepago.

El Comité, según la Resolución Exenta N° 1, manifestó la necesidad de abrir un proceso de revisión ante los cambios sustanciales que han tenido lugar en el mercado de medios de pago, cambios que requieren de un análisis adecuado para poder determinar nuevos límites.

En el último mes, este anunciado ajuste había provocado un considerable malestar en el sector bancario. Varios bancos solicitaron la revisión del proceso tarifario y, entre el 24 y 26 de septiembre, participaron en reuniones con el Comité para expresar sus preocupaciones. El 27 de septiembre, 12 de los principales bancos del país enviaron una carta solicitando la suspensión del ajuste hasta que se contara con un estudio de impacto.

Las opiniones sobre esta decisión son dispares. Luis Opazo, gerente general de la Asociación de Bancos (ABIF), aplaudió el ejercicio de las atribuciones del Comité, destacando que la medida busca un enfoque técnico que beneficie el funcionamiento del sistema de pagos. Sin embargo, Matías Spagui, director senior de Mercado Pago, expresó su inquietud sobre cómo se tomó esta decisión, calificando la revisión de innecesaria y una fuente de incertidumbre para el mercado, especialmente dado que el anuncio se produjo solo horas antes del ajuste programado.

Esto ha generado un ambiente de tensión y especulación en el sector, ya que la incertidumbre en materia de tarifas puede afectar la confianza de los consumidores y comerciantes. La situación pone de manifiesto la necesidad de un diálogo abierto entre el Comité y las partes interesadas, así como la importancia de realizar estudios de impacto rigurosos antes de implementar cambios en las tarifas de intercambio.