Con la vista puesta en el Mundial Sub 20 de fútbol que tendrá lugar en Chile en septiembre de 2025, el estadio El Teniente de Rancagua se prepara para una extensa remodelación, lo cual ha generado una gran preocupación entre los equipos que emplean este recinto tanto para competiciones nacionales como internacionales.

Las obras incluyen significativos cambios estructurales y, según Ricardo Boudon, gerente general del club O'Higgins, el proceso de renovación del césped será uno de los más laboriosos y podría extenderse por casi todo el primer semestre del próximo año.

"En el campo de juego se realizará un tratamiento especial que implica el uso de líquidos para quemar el césped existente. Una vez que se retire la maleza, se procederá a rellenar con arena y se llevará a cabo una micro-nivelación láser para asegurar que la superficie sea perfectamente plana. Finalmente, se resembrará", explicó Boudon.

El Estadio El Teniente es la casa de O'Higgins, que ya ha comenzado a buscar alternativas para su localía en estadios cercanos, como el Jorge Silva Valenzuela de San Fernando y el Guillermo Guzmán Díaz de Rengo, además del estadio Augusto Rodríguez de San Vicente. Sin embargo, los problemas no terminan aquí, ya que los equipos chilenos clasificados a la Copa Sudamericana también enfrentan serios inconvenientes debido a la inaccesibilidad de ciertos estadios.

Universidad Católica, Palestino, y Unión Española, que se preparan para sus enfrentamientos internacionales, están en una difícil situación, ya que sus estadios presentan limitaciones. Por ejemplo, el de la UC, San Carlos de Apoquindo, está en proceso de remodelación y no estará disponible hasta mediados de 2025.

Las alternativas son escasas. Aunque Palestino y Unión Española tienen estadios disponibles, estos carecen de la iluminación necesaria para los horarios nocturnos de los partidos de la Sudamericana, lo que les obliga a salir en búsqueda de opciones viables.

En este contexto, estadios como el Ester Roa de Concepción, con capacidad para más de 32,000 personas, se perfilan como una opción atractiva. La Universidad Católica ya ha utilizado anteriormente el estadio de Avenida Collao, donde en 2024 enfrentó a Coquimbo en la primera fase de la Copa Sudamericana, un encuentro que terminó en derrota para los Cruzados por 2-0.

Este panorama tensa la situación para los equipos chilenos, que no solo se enfrentarán a la competencia internacional en la Sudamericana, sino que también deberán sortear la difícil tarea de encontrar un lugar adecuado para jugar. Con tantas complicaciones a la vista, el futuro de los clubes chilenos en torneos internacionales parece más incierto que nunca.