Carl H. June, inventor de las innovadoras terapias CAR-T, comparte su visión revolucionaria sobre la medicina del futuro. Con 72 años y desde Pensilvania, este destacado científico anticipa una era donde las terapias genéticas personalizadas tendrán la capacidad de curar enfermedades que van desde la diabetes hasta las infecciones crónicas y trastornos autoinmunes.

June, galardonado con el prestigioso Abarca Prize en 2022, recalca que aunque algunos logros están a la vista, su implementación generalizada en el tratamiento del cáncer, que fue su punto de partida con el uso de células T modificadas genéticamente, todavía podría tardar décadas. En una reciente videoconferencia con EL PAIS, enfatizó los avances significativos en la utilización de CAR-T en tumores sólidos.

Avances Prometedores en Tumores Sólidos

A pesar de que los CAR-T han demostrado eficacia en cánceres de la sangre, June informa sobre desarrollos recientes en tumores sólidos, especialmente en glioblastomas, el cáncer cerebral más frecuente en adultos. Con ensayos iniciales poco efectivos, la estrategia ha cambiado; ahora se administran las células directamente al cerebro mediante un catéter, lo que ha mostrado resultados más alentadores.

“Este es un avance notorio, ya que han sido tres grupos independientes los que han reportado éxito, lo que demuestra que el enfoque está dando frutos”, dice June, quien también resalta que hay más de mil ensayos en curso a nivel mundial. La clave, señala, será cuanto tiempo tardarán en realizarse ensayos clínicos con pacientes.

El Futuro de las Terapias CAR-T

El oncólogo menciona que, aunque los tratamientos CAR-T actualmente son considerados una opción de segunda o tercera línea, se está trabajando para que en un futuro cercano sean tratamientos de primera línea, especialmente en pediatría, donde los riesgos a largo plazo de la quimioterapia son más severos.

“Los niños son más vulnerables a los efectos secundarios de la quimioterapia, por lo que se están realizando ensayos para administrar CAR-T desde el comienzo del tratamiento”, añade June.

Desafíos Económicos y Reguladores

A pesar de su potencial, la terapia CAR-T enfrenta barreras económicas. “Aunque son costosas, al final, las terapias convencionales, que incluyen años de quimioterapia y hospitalizaciones, pueden resultar aún más onerosas”, enfatiza.

June señala que en España se están aprovechando eficiencias en la producción de CAR-T que podrían ayudar a democratizar su acceso, recordando cómo la tecnología avanza rápidamente hacia la reducción de costes, como se vio con los teléfonos móviles.

Más Allá del Cáncer: Potencial en Enfermedades Autoinmunes

El investigador también destaca el uso de CAR-T en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, donde se han visto resultados alentadores. Un ensayo inicial en Alemania logró la remisión completa de una joven con lupus mediante el mismo CAR-T utilizado para tratar la leucemia.

June proyecta que la Agencia del Medicamento de Estados Unidos podría aprobar el uso de CAR-T para estas condiciones dentro de dos o tres años. "La medicina del futuro probablemente no solo se centrará en el cáncer, sino también en problemas de salud como la diabetes y enfermedades crónicas”, afirma.

Un Futuro Brillante y con Desafíos

Con optimismo, June declaró: “Estamos en umbrales de un nuevo paradigma médico. Sin duda, la próxima gran ola serán las terapias celulares. Es un tiempo emocionante para la ciencia.” Sin embargo, advierte sobre las barreras regulatorias y cómo los cambios políticos podrían afectar la investigación.

En un mundo post-pandemia, la conversación sobre el progreso científico se vuelve más crucial, y June alerta sobre la importancia de educar al público sobre los beneficios de la investigación médica. La terapia CAR-T es solo el comienzo de una revolución que podría cambiar la vida de millones.