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Carmen Le Foulon: ¿Podrá Chile terminar 2025 con un giro radical hacia las reformas necesarias?

2025-01-04

Autor: Benjamín

En un contexto donde Chile enfrenta serios desafíos económicos y sociales, se percibe que el gobierno de cara a 2025 está más que nunca contra las cuerdas. Las noticias no son alentadoras, y es evidente que los problemas endémicos del país siguen sin resolverse. Sin embargo, lo que realmente preocupa es la falta de progreso en reformas fundamentales que podrían marcar un antes y un después para la nación.

La percepción de que el año electoral traerá mejoras es, a decir verdad, una ilusión. Reformas cruciales, como las de pensiones, siguen estancadas y las propuestas como la reforma a las Isapres o la implementación de salas cuna universales están detenidas en el limbo político. Añadiendo leña al fuego, el panorama institucional muestra una fragmentación que dificulta la construcción de consensos. Este año, el desafío para el gobierno no solo radica en entender a su propia coalición, sino en abrir canales de diálogo con una oposición que parece más atomizada que nunca.

Es en estos momentos críticos donde se necesita un liderazgo auténtico y una visión a largo plazo que vaya más allá de la mera lucha de poderes. La ciudadanía clama por cambios reales, y un reciente estudio del CEP revela que un abrumador 65% de las personas prefiere que los políticos se enfoquen en alcanzar acuerdos concretos. Pero estos acuerdos no pueden ser vacíos; es esencial que el contenido sea sustancial y que el próximo debate electoral, que se intensificará con las primarias de junio y las elecciones de noviembre, se base en propuestas concretas, no en eslóganes vacíos.

Mientras la atención se centra en las candidaturas presidenciales, es crucial no perder de vista que la composición del Congreso será determinante para el futuro de las reformas. Con un sistema proporcional que debería facilitar la representación, más del 25% de la Cámara de Diputados se identifica como independiente, significando que hay un gran número de legisladores que no están alineados estrictamente con sus partidos. Esto podría ser tanto una oportunidad como un riesgo, dependiendo de cómo se materialicen los acuerdos. Los partidos deben resistir la tentación de incluir en sus listas a candidatos con el fin de captar votos, pero que no reflejan sus principios.

La reforma al sistema político es viable y necesaria; promover la participación efectiva de independientes en listas de partidos podría ser la clave para reconfigurar el panorama político chileno en los años venideros. Solo así, Chile podría terminar 2025 en una posición más favorable para abordar las reformas que tan urgentemente necesita, garantizando un futuro más próspero y equitativo para todos.