Giuseppe Turchiarelli, CEO de Enel, abordó por primera vez los prolongados cortes de luz que afectaron a la Región Metropolitana el pasado agosto, tras un evento meteorológico extremo. Durante su declaración, Turchiarelli resaltó que estos episodios son inevitables y realizó una comparativa con situaciones similares en Florida, Estados Unidos.

Según sus palabras: "En Florida se han quedado dos semanas sin luz, nadie se ha quejado. Aquí estamos hablando de un país que enfrenta tornados tres o cuatro veces al año. Es un país que debería poder gestionar eventos de este tipo. El hecho es que, para situaciones como esta, la gestión no siempre es posible". Esta declaración generó reacciones diversas entre los ciudadanos y expertos en energía, quienes cuestionan la gestión de la empresa en situaciones de crisis.

El ministro de Energía, Diego Pardow, no tardó en responder a Turchiarelli, indicando que Enel no ha desplegado suficientes recursos en comparación con otras compañías distribuidoras durante la crisis eléctrica. "No es necesario mirar más allá, basta con observar el rendimiento de otras distribuidoras en distintas regiones del país o incluso en otras comunas de la misma ciudad", subrayó.

Enel, por su parte, ha manifestado su disposición para realizar inversiones adicionales, aunque enfatizó que tales mejoras se traducirían en un aumento de tarifas para los consumidores. Los planes de inversión incluyen la mejora de la resiliencia de la red eléctrica, la instalación de medidores inteligentes y el soterramiento de cables, con una inversión proyectada de 400 millones de dólares para el período 2025-2027.

A pesar de las críticas, Turchiarelli aseguró que estos ajustes tendrían un impacto mínimo en las tarifas, previniendo un aumento de solo entre 3% y 5%. Añadió que la solución definitiva para mejorar los servicios eléctricos en el país exigirá cambios en el modelo tarifario que consideren adecuadamente la frecuencia y magnitud de eventos climáticos extremos.

Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es si realmente se puede encontrar un equilibrio entre la inversión en infraestructura y el costo que esto representará para los usuarios. A medida que el clima sigue siendo impredecible, la necesidad de mejores sistemas eléctricos se vuelve cada vez más urgente.