Chile se está preparando para albergar el telescopio más grande que jamás se haya construido: el Extremely Large Telescope (ELT). Este ambicioso proyecto de vanguardia se espera que comience a operar en 2028 y promete transformar radicalmente nuestra comprensión del cosmos.

El ELT será ubicado en el Cerro Armazones, en la región de Antofagasta, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud es estratégica, ya que garantiza cielos despejados y una atmósfera estable, condiciones ideales para la observación astronómica. El Desierto de Atacama, reconocido por sus más de 300 noches despejadas al año, se considera uno de los mejores lugares del mundo para este tipo de investigaciones.

Con un impresionante espejo primario de 39 metros de diámetro, el ELT será el telescopio óptico/infrarrojo más grande del planeta, superando cualquier otro dispositivo de observación existente. Su capacidad de resolución y sensibilidad será sin precedentes, permitiendo a los astrónomos llevar a cabo exploraciones más profundas del universo, además de descubrir los secretos de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.

Impacto tecnológico y económico sin precedentes

Una característica notable de este proyecto es su conexión con los recursos naturales de Chile. El telescopio utilizará litio nacional, especialmente el carbonato de litio producido por la empresa SQM en el Salar de Atacama. Este mineral, crucial en la fabricación de baterías y tecnologías avanzadas, será esencial no solo para operar la infraestructura, sino también para impulsar el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas.

José Miguel Berguño, Vicepresidente Senior de Servicios Corporativos de SQM Litio, subrayó la importancia de este proyecto al declarar que “utilizar los recursos naturales de Chile, como el litio, posiciona al país como un líder global en tecnología e innovación”.

Además, la implementación del ELT no solo impulsará el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con la astronomía, sino que se espera que también genere un impacto positivo en sectores relacionados con la energía. El telescopio podría convertirse en un motor de desarrollo económico, creando empleo y atrayendo inversiones en la región.

Un futuro prometedor para la astronomía

Los expertos anticipan que el ELT permitirá observar fenómenos astronómicos que hasta ahora han sido inalcanzables. Desde la búsqueda de exoplanetas hasta la exploración de agujeros negros, este telescopio abrirá una ventana sin precedentes hacia el universo. Así, Chile se posiciona no solo como un epicentro de la observación astronómica, sino también como un actor clave en la investigación científica mundial.

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