La sombra de 2015 acecha a Colo Colo

En medio del creciente nerviosismo por una posible descalificación de Colo Colo en la Copa Libertadores 2025, muchos recuerdan el escándalo de Boca Juniors que tuvo lugar hace casi una década. La historia es un recordatorio impactante: en mayo de 2015, la Conmebol tardó tan solo tres días en dictar su veredicto tras uno de los incidentes más scandalosos de la competición.

El infame partido de Boca y River

El 14 de mayo de 2015, Boca se preparaba para recibir a River Plate en un enfrentamiento decisivo en La Bombonera. La ida había terminado 1-0 a favor del Millonario, pero la revancha prometía ser eléctrica. Sin embargo, el encuentro se tornó caótico cuando, justo antes del segundo tiempo, los jugadores de River fueron atacados con gas pimienta lanzado desde la grada, supuestamente por un aficionado xeneize.

Las consecuencias fueron gravísimas: varios futbolistas sufrieron lesiones en los ojos y quemaduras, lo que llevó al árbitro Darío Herrera a suspender el partido. La Conmebol no perdió tiempo y, apenas 74 minutos después, anunció la suspensión definitiva del encuentro.

La rápida respuesta de la Conmebol

En solo tres días, el 17 de mayo, la Conmebol emitió su sanción. Este intervalo corto evidenció la seriedad con que se tomó el incidente. La Unidad Disciplinaria revisó el informe arbitral, los informes médicos de los jugadores y las grabaciones de seguridad, resultando en la decisión de descalificar a Boca de la competencia.

Las severas sanciones a Boca

La resolución no solo implicó una descalificación deportiva. Las sanciones fueron drásticas:

• Descalificación inmediata de la Copa Libertadores 2015.

• Prohibición de jugar con público de local por cuatro partidos en competiciones de Conmebol.

• Prohibición de acceso para hinchas visitantes durante cuatro encuentros.

• Multa de USD 200,000.

Este precedente sigue siendo fundamental en la evaluación de situaciones de delitos graves.

¿Qué similitudes hay con la situación actual de Colo Colo?

La reciente situación de Colo Colo, ocurrido el 10 de abril, presenta similitudes inquietantes: un partido suspendido contra Fortaleza debido a la irrupción de barristas en la cancha, además del trágico fallecimiento de dos hinchas fuera del estadio.

Aunque el contexto no es el mismo —ya que se trataba de la fase de grupos—, la invasión al terreno de juego está claramente contemplada en el artículo 64 del Reglamento Disciplinario de Conmebol, que autoriza sanciones severas, incluida la descalificación. Las autoridades tendrán que tomar una decisión pronto, y la historia nos recuerda que el tiempo apremia.