Hace menos de un siglo, en 1949, China se encontraba en un estado de devastación y pobreza. Fue entonces cuando Mao Zedong asumió el poder, marcando el inicio del régimen comunista en el país asiático. Hoy, 75 años después, China no solo ha superado esos catastróficos inicios, sino que se posiciona como una de las economías más fuertes y poderosas del mundo.

Según BBC Mundo, el llamado "milagro económico" de China no es atribuible a Mao, sino a otro influyente líder comunista: Deng Xiaoping. Este plan, conocido como "Reforma y Apertura", logró que unos asombrosos 740 millones de personas se sacaran de la pobreza. ¿Cómo lo hizo? Aquí te contamos los secretos detrás de esta transformación.

Deng Xiaoping, una figura clave en el Partido Comunista durante la era de Mao, había estudiado en el extranjero, en Francia y en la Unión Soviética, pero regresó a un país que se debatía en el caos de la guerra. En 1978, cuando el PIB de China era de solo 150 mil millones de dólares para más de 800 millones de ciudadanos, Deng introdujo una serie de reformas económicas radicales inspiradas en el concepto de "socialismo con características chinas".

Se enfocó en vitalizar la agricultura, liberalizar el sector privado, modernizar la industria y abrir China al comercio internacional. Este enfoque pragmático fue resistido inicialmente por los sectores más conservadores del Partido Comunista, pero con el tiempo, los resultados comenzaron a hablar por sí mismos. Las reformas transformaron no solo la economía, sino también el tejido social del país, provocando un éxodo de población hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades.

Uno de los más destacados ejemplos de éxito fue Shenzhen, que se convirtió en lo que hoy se conoce como el "Silicon Valley chino", un centro neurálgico de innovación y tecnología. En 2001, la incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio solidificó su estatus como una economía global en ascenso, y desde entonces se ha ganado el apodo de "la fábrica del mundo", capaz de soportar incluso las crisis financieras globales.

Sin embargo, el precio del éxito ha sido alto. Expertos de la BBC señalan que, a pesar del indiscutible crecimiento económico, las reformas de Deng han dejado una estela de problemas: la contaminación severa en las ciudades y la creciente desigualdad económica son solo algunos de los desafíos que enfrenta el país. En respuesta a estos problemas, China ha implementado medidas para reducir las emisiones, logrando una reducción del 40% en partículas contaminantes entre 2013 y 2020, según el Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago.

La desigualdad, aunque se ha visto reducida en la última década, sigue siendo un tema crítico, especialmente con las tensiones sociales que podrían surgir en cualquier momento. En este contexto, la administración actual de Xi Jinping se enfrenta a crecientes críticas por su régimen autoritario, que limita las libertades individuales y lleva a cabo represiones de derechos humanos, algo que diversos grupos internacionales han denunciado.

En un discurso reciente, Xi declaró que el futuro de China sería "brillante", haciendo hincapié en el progreso del país en los últimos años. Sin embargo, las manifestaciones que surgieron exigiendo reformas políticas fueron rápidamente reprimidas, dejando en la oscuridad el recuento de los disturbios.

¿Podrá China mantener su trayectoria de crecimiento a medida que confronta estos desafíos internos? ¡Las luces y sombras del gigante asiático continúan fascinando y alarmando al mundo!