En el centro de una feroz controversia se encuentra Áurea Peralta, concejala de Bienestar Animal en Benalmádena. A pesar de que no reside en la ciudad ni parece demostrar algún compromiso genuino por la protección de los animales, ella disfruta de un confortable salario proveniente de fondos públicos. Fue enviada a Benalmádena como una ‘paracaidista’ política por el PP, y tras las elecciones, rápidamente fue colocada en un puesto de relevancia.

El Concello presume por partida doble: por un lado, celebra su política de animalismo, afirmando que Benalmádena se está transformando en una 22Ciudad amiga de los animales22; por el otro, Peralta acaba de desairar toda esa retórica al asistir a una corrida de toros en La Malagueta, ataviada con mantilla y peineta, y compartir su felicidad en redes sociales.

Su fotografía disfrutando del espectáculo taurino ha desatado una tormenta de críticas. En lugar de un sentido de responsabilidad hacia los animales, Peralta ha mostrado un desenfreno por una tradición que varios consideran inaceptable desde la perspectiva del bienestar animal. En la imagen publicada, se le puede ver sonriente, junto a una amiga, acompañada del simple texto: 22Tarde de toros22.

La famosa escritora Lola Cabrillana no se quedó callada. A través de su red social, cuestionó la coherencia de una edil que se regocija en el sufrimiento de un toro: 22¿Es necesaria esta sensibilidad para desempeñar ese cargo? Tengo mis dudas. Debe velar por ellos22, escribió, generando aún más disturbio.

Las redes sociales estallaron con reacciones mayormente indignadas que piden a gritos su dimisión. Ejemplos de los comentarios incluyen: 22Después de todo lo comentado, solo queda pedirle que tenga un poco de decencia y presente su dimisión como concejala22. 22Esto no puede ser verdad, ¿una concejala de bienestar animal en una corrida de toros? Su cargo no sirve para nada, solo para beneficiar a sus amigos los toreros22. 22Una vez más demuestra que los políticos carecen de ética y moral. Solo les interesa el poder y sus negocios. Es como poner a un psicópata de cirujano22. 22¿Concejala de bienestar animal? Si tiene amigos así de los animales, ¿para qué queremos enemigos? Que se vaya, ¡dimisión ya! 22. 22No sé cómo no se le cae la cara de vergüenza. Debería renunciar a su cargo. ¿Cómo se atreve a asistir a una corrida de toros siendo concejala de Bienestar Animal?22.

La controversia no solo pone en tela de juicio la ética de Peralta, sino que también plantea un debate más amplio sobre la verdadera naturaleza del bienestar animal en los espacios políticos. Esta situación podría marcar un punto de inflexión en la percepción pública hacia quienes ostentan cargos de responsabilidad en la defensa de los derechos de los animales.