La reconocida cadena de gimnasios Energy Fitness Club, que opera más de 30 sedes en Chile y emplea a 1.150 personas, ha solicitado un proceso de reorganización ante la justicia para evitar caer en la quiebra. Actualmente, enfrenta una abrumadora deuda de más de $10 mil millones, con acreedores importantes como Scotiabank e Itaú.

Los problemas económicos para Energy comenzaron en 2019, cuando la empresa contrajo una deuda de $12 mil millones con el objetivo de financiar su expansión y diversos proyectos. Sin embargo, los planes se vieron frustrados por el estallido social que sacudió Chile y sus devastadoras repercusiones.

La situación se complicó aún más con la llegada de la pandemia de covid-19, que trajo consigo severas restricciones sanitarias y un considerable descenso en la actividad del fitness.

Según las declaraciones de la propia empresa, fue recién en enero de 2022 que lograron comenzar a normalizar sus operaciones, aunque se encontraron con una dura realidad: su base de suscriptores disminuyó drásticamente, de 80 mil a solo 40 mil miembros.

El año 2022 resultó ser más complicado de lo que se anticipaba, con la inflación y el nuevo IVA a los servicios impactando fuertemente en sus finanzas. En un intento por salvar la situación, Energy Fitness ha estado implementando un plan de reducción de gastos operativas durante casi un año y ha buscado renegociar sus deudas con los acreedores.

Sin embargo, hasta la fecha, la cadena no ha obtenido "una respuesta favorable" a sus propuestas, a pesar de contar con "buenas proyecciones operacionales". Esto ha alimentado la preocupación sobre la viabilidad futura de la compañía en un mercado cada vez más competitivo.

En medio de esta crisis, Energy está siendo asesorado por el Estudio de Abogados y Consultores de Nelson Contador, mientras se organizan para enfrentar el duro camino que tienen por delante. Esta situación podría marcar un antes y un después en la industria del fitness en Chile, un sector que se ha visto severamente afectado por la situación económica global y los cambios en las preferencias de los consumidores.

¡El futuro de Energy Fitness Club pende de un hilo! ¿Podrán salir de esta crisis o se enfrentarán a su peor pesadilla?