Esta semana, el panorama se vuelve sombrío para la reconocida red de jardines infantiles Vitamina en Chile. La Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) ha solicitado formalmente la quiebra de la compañía, que cuenta con más de 60 recintos a lo largo del país, debido a deudas acumuladas que superan la escalofriante cifra de $300 millones.

La solicitud de quiebra ante el Tercer Juzgado Civil de Santiago se origina por el impago de $306.032.709 relacionados con cotizaciones del seguro social contra riesgos laborales y ‘enfermedades profesionales’. Esta situación pone en jaque la operación de una red que ha sido un pilar en la educación preescolar de miles de familias chilenas.

Curiosamente, esta no es la primera vez que Vitamina se encuentra en el epicentro de un escándalo financiero. En abril de 2024, la ACHS ya había solicitado la quiebra de la empresa por deudas que ascendían a $30.105.925. Un mes después, otra empresa, Par Limitada, denunció deudas adicionales que sumaban impresionantes $225.311.426. Por si fuera poco, en junio pasado, Go Capital SpA presentó una demanda por un saldo pendiente de $18.596.490, lo que refleja un patrón preocupante de falta de pagos.

Con 65 jardines infantiles distribuidos en la Región Metropolitana, Valparaíso, Biobío y O'Higgins, la posible quiebra de Vitamina Chile SpA no solo impactará a empleados y proveedores, sino que también dejará a cientos de familias en busca de alternativas para la educación de sus niños, generando un efecto cascada en el ya estresado sistema educativo chileno.

Las decisiones de los tribunales se esperan con gran expectación, pues la continuidad de Vitamina es crucial para mantener la oferta educativa en el preescolar, justo en un contexto donde la demanda de educación infantil es cada vez mayor. ¿Qué sucederá con esta emblemática red de jardines? La comunidad espera respuestas.