La situación de pobreza en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, con una tasa del 52,9% en el primer semestre de 2023. Esta cifra marca el inicio de una de las etapas más críticas desde 2003, consecuencia de un duro ajuste económico y de una inflación descontrolada que han caracterizado los primeros meses del gobierno de Javier Milei. El actual mandatario considera que esta crisis es una "herencia" del pasado, pero las evidencias sugieren una crisis en curso en lugar de un legado del anterior gobierno.

Según un informe reciente del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la pobreza ha crecido 11,2 puntos porcentuales comparado con el segundo semestre de 2022, y ha tenido un incremento de 12,8 puntos en relación al mismo periodo del año anterior. Esto significa que la pobreza no solo se mantiene, sino que se agrava, dejando a una buena parte de la población sin acceso a lo más básico.

Dramáticas cifras de indigencia

La pobreza no es la única preocupación. La tasa de indigencia ha subido a un preocupante 18,1%, con un aumento de 6,2 puntos en comparación con el semestre anterior. Esto refleja que cerca de 8 millones de argentinos no pueden satisfacer sus necesidades básicas, un número que ha crecido de manera alarmante en solo seis meses.

El estudio del Indec se realizó tomando como base la situación de 31 centros urbanos con una población de más de 29 millones de personas, lo que representa casi un 63% de la población total de Argentina, que ronda los 47 millones. Esto implica que, al extrapolar esta cifra, se estima que aproximadamente 24,8 millones de argentinos viven en condiciones de pobreza, un aumento de 5,4 millones desde el final de 2022.

Impacto de la canasta básica de alimentos

El costo de la canasta básica de alimentos ha visto un incremento impresionante del 76,1% en el primer semestre, mientras que el costo de la cesta alimentaria, que mide la línea de indigencia, aumentó un 63,4%. Esto indica que cada vez es más difícil para las familias argentinas acceder a los alimentos y servicios necesarios para sobrevivir.

Además, la economía del país se contrajo un 3,4%, y la tasa de desempleo llegó al 7,6% en el segundo trimestre, con un aumento de 1,4 puntos comparado con el año anterior. Estos datos presentan un panorama sombrío para el mercado laboral, el cual está experimentando una destrucción de empleos formales y un aumento de la informalidad.

Crisis que afecta a los jóvenes y niños

La precarización del empleo y el aumento en la informalidad laboral están llevando a miles de personas al límite. Escalofriantes cifras revelan que el 60,7% de los jóvenes de entre 15 y 29 años vive en condiciones de pobreza, y un impactante 70% de los niños menores de 14 años se enfrenta a esta penosa situación. La falta de respuesta efectiva pone en peligro el futuro de una generación entera.

¿Es realmente culpa de las administraciones anteriores?

El Gobierno de Javier Milei ha cargado la culpa de esta crisis en las pasadas administraciones, argumentando que heredaron una "situación desastrosa". Sin embargo, muchos críticos sostienen que las políticas actuales están acentuando la crisis, y que las promesas de Milei sobre disciplina fiscal y monetaria mejorarán la situación son aún una incógnita.

Se avecinan tiempos difíciles si estas tendencias continúan. La lucha contra la pobreza, que afecta ahora a más de la mitad de la población, y la alta tasa de inflación son problemas que requieren atención urgente y soluciones efectivas. Con la mirada en el futuro, la pregunta es: ¿qué medidas tomará el Gobierno para revertir esta catastrófica realidad?