Cristina Avendaño Solá, la nueva presidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), asume un año lleno de desafíos y retos, especialmente en lo que respecta a la evaluación y regulación de medicamentos. Avendaño es una experta en farmacología clínica, siendo jefa del Servicio de Farmacología Clínica en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda y profesora titular en la Universidad Autónoma de Madrid. Su experiencia incluye haber sido parte fundamental de la creación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) y haber trabajado en el Consejo de Administración de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

Como presidenta de Facme, Avendaño tiene como prioridad abordar temas cruciales como la digitalización del sector salud y la implicación de médicos en la evaluación de medicamentos, subrayando que es indispensable que las decisiones en el ámbito sanitario se fundamenten en un conocimiento médico sólido. "El asesoramiento científico es apreciado por las administraciones y debe tener peso en la toma de decisiones", afirma.

Facme tiene como objetivo ser la voz de las sociedades científicas en aspectos transversales que impactan múltiples especialidades. Avendaño destaca la importancia de mejorar la comunicación con las autoridades y de fomentar grupos que trabajen en temas específicos.

Respecto a la planificación de recursos humanos en salud, Avendaño enfatiza la necesidad de datos rigurosos para poder planificar la entrada de nuevos especialistas en función de una visión estratégica. Añade que la percepción de una falta de médicos en España no siempre se traduce en una cifra baja de médicos, sino que también involucra cómo están distribuidos y las tareas que realizan. "Es esencial que se recupere el tiempo médico de calidad para la interacción con los pacientes".

Uno de los desafíos más urgentes es el relevo generacional, ya que se prevé una jubilación masiva de profesionales en los próximos años. Avendaño hace un llamado para que la planificación de este recambio sea seria y basada en datos. "A veces los mensajes que dicen que faltan médicos o que se deben abrir más facultades son dañinos. Necesitamos entender la situación de forma profunda y planificar con criterios sólidos".

En cuanto a la relación con el Ministerio de Sanidad, destaca que existe un reconocimiento del valor del conocimiento médico, pero que aún hay mucho que mejorar en los canales institucionales que permitan una interlocución efectiva y continua entre médicos y administraciones. Avendaño reitera que este año es clave para consolidar la voz de las sociedades médicas en las decisiones que afectan al sistema sanitario, y que se debe impulsar la participación de expertos en la evaluación de medicamentos, un área donde aún hay margen de mejora.

La implementación de nuevas tecnologías y la transformación digital del sistema nacional de salud son otra de las prioridades. Recientemente, Facme firmó un convenio para asesorar al Ministerio de Sanidad en este proceso, asegurando que las iniciativas de digitalización respondan a las necesidades reales de médicos y pacientes. Avendaño sostiene que es primordial que cada paso de esta transformación tenga en cuenta el conocimiento médico para mejorar la atención al paciente y la eficiencia del sistema.

Como cierre, Avendaño reafirma su compromiso con los objetivos de Facme, asegurando que su meta última es mejorar la calidad de la atención médica en España, alineando recursos, formación y tecnologías para un sistema de salud más eficiente y humano.