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¿Cuáles son los múltiples frentes de guerra de Israel en Medio Oriente?

2024-10-05

Desde el 7 de octubre de 2023, el clima de tensión en Medio Oriente ha escalado a niveles alarmantes, poniendo en riesgo la estabilidad de toda la región.

En esa fecha, el grupo militante Hamas llevó a cabo una ofensiva masiva contra Israel, resultando en aproximadamente 1.200 vidas perdidas y 250 personas secuestradas.

Desde entonces, el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu ha respondido con intensos bombardeos en la Franja de Gaza, donde se han reportado más de 41.000 muertes en el lado palestino, un costo humano devastador.

La situación en Medio Oriente se ha vuelto un ciclo de ataques y represalias, donde las discusiones sobre un alto al fuego parecen cada vez más distantes.

En este momento, Israel se enfrenta no solo a Hamas, sino también a Hezbollah en Líbano, los hutíes en Yemen, Irán y diversas milicias chiitas en Siria e Irak. Estos grupos son miembros del conocido Eje de la Resistencia, una coalición respaldada por Irán que busca desafiar la influencia de Israel y Estados Unidos en la región.

Además, estas milicias han sido acusadas de recibir apoyo militar y financiero por parte de Irán, intensificando el conflicto. El 1 de octubre, Irán lanzó 180 misiles hacia Israel en respuesta a las ofensivas preexistentes.

Recientemente, se reportó que las tropas israelíes realizaron incursiones terrestres en Líbano, culminando en la muerte de Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, mediante ataques aéreos en Beirut a finales de septiembre. Abbas Araqchi, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, advirtió que cualquier nueva represalia de parte de Israel tendría consecuencias mucho más severas.

A medida que la guerra avanza, surgen interrogantes sobre si Israel puede sostener múltiples frentes de guerra de manera simultánea. Según un experto del Center for Strategic and International Studies (CSIS), aunque los servicios de inteligencia y las capacidades militares de Israel son robustas, no están exentos de limitaciones. Cuanta más presión se ejerza en varios frentes, más difícil será mantener la eficacia operativa.

Desde 2019, Israel ha destinado más de 20.000 millones de dólares anuales a su gasto militar, mientras que Irán ha asignado cerca de 7.000 millones de dólares. En términos de PIB, Israel invierte aproximadamente el 4,5% en Defensa, en comparación con el 2,6% de Irán.

Israel cuenta con una fuerza aérea compuesta por unos 340 aviones, incluidos modelos avanzados como los F-15 y F-35. En contraste, Irán posee alrededor de 320 aeronaves, aunque su operatividad puede verse comprometida por la antigüedad y la falta de repuestos.

El director del Begin-Sadat for Strategic Studies, Eitan Shamir, sostiene que la Fuerza Aérea de Israel tiene la capacidad de bombardear cualquier punto en Medio Oriente, gracias a su tecnología avanzada y experiencia operativa, adquirida en conflictos previos como el enfrentamiento con Hamas.

Israel se apoya en sistemas de defensa como el Domo de Hierro y otros, diseñados para interceptar misiles, aunque la situación se vuelve complicada cuando se deben gestionar múltiples ataques simultáneos en diferentes frentes.

En términos de personal, Israel tiene alrededor de 178.000 soldados activos, mientras que Irán cuenta con más de 600.000 efectivos, lo que plantea un desafío significativo en términos de recursos. Hezbollah y Hamas suman entre 50.000 y 100.000, y de 20.000 a 30.000 soldados respectivamente.

El apoyo de Estados Unidos es vital para Israel, representando el 69% de sus importaciones de armamento. Antes del estallido del conflicto, Estados Unidos proporcionaba anualmente 3.800 millones de dólares en asistencia militar. Tras el inicio de la guerra, este apoyo se ha intensificado, incluyendo el suministro de municiones y bombas.

El veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU ha sido fundamental para que Israel lleve a cabo sus operaciones sin temor a sanciones internacionales. Sin embargo, la creciente dependencia de Israel respecto a sus aliados genera preocupación sobre la sostenibilidad de sus operaciones militares a largo plazo en un contexto de guerra multidimensional.