Ciencia

¡Cuidado con el Black Friday! La compra impulsiva podría estar ocultando un vacío emocional

2024-11-28

Autor: Camila

No hay espacio en el armario, pero el carrito de compras sigue llenándose cada vez que vemos la última tendencia en redes sociales. Es fácil caer en la tentación de adquirir más ropa, productos de belleza o gadgets, a menudo sin pensar si realmente los necesitamos. Pero, ¿realmente nos traen felicidad o estaríamos mejor disfrutando de momentos simples como un café caliente en buena compañía o una relajante puesta de sol en la playa?

En su obra 'To Buy or Not to Buy: Why We Overshop and How to Stop', la psicóloga April Lane Benson plantea que la compra no se relaciona únicamente con la adquisición de bienes, sino más bien con la insatisfacción emocional que muchos intentamos satisfacer a través de estas compras. La realidad es que estos objetos no llenan el vacío interno que sentimos.

Varios autores españoles también han tocado este tema. Rafael Santandreu, en 'El arte de no amargarse la vida', enfatiza que buscar satisfacción en lo material no resuelve nuestras problemáticas internas. Por su parte, la psicóloga Patri se propuso vivir un año con menos consumismo, donando cosas que ya no usaba pero que aún podrían ser útiles para otros. "No pretendo inspirar a nadie, solo reflexiono sobre mis valores personales", declaraba.

DOPAMINA Y EL EFECTO DEL BLACK FRIDAY

Durante el Black Friday, cuando un 80% de los españoles planifica sus compras navideñas, gastando un promedio de 242 euros, es crucial comprender cómo las promociones pueden desencadenar un ciclo de consumismo. La psicóloga Paloma Rey explica que la sensación de obtener un producto valioso a menor precio activa los circuitos de recompensa en nuestro cerebro, liberando dopamina, lo que genera una emoción de bienestar temporal.

La urgencia por aprovechar descuentos temporales frecuentemente hace que tomemos decisiones apresuradas sin reflexionar si realmente necesitamos el producto. Esta desestabilización emocional puede llevarnos a compras impulsivas que luego generan un sentimiento de culpa al dudar de su necesidad.

Sin embargo, este subidón emocional es efímero. Cuando pasa la novedad de la compra, la felicidad se desmorona, y esto se conoce como adaptabilidad hedonista. Este fenómeno hace que busquemos constantemente nuevas gratificaciones, alentando conductas de compra compulsivas.

CAER EN LAS TRAMPAS DEL MARKETING

José Blázquez, profesor de marketing, menciona que estamos fisiológicamente programados para buscar recompensas, y en la economía de hoy, esa recompensa se traduce en descuentos. La publicidad está diseñada para captar nuestra atención, y muchos, incluso los expertos en marketing, sucumbimos a estas estrategias. Blázquez señala que existe una diferencia entre productos esenciales y productos superfluos; los últimos a menudo se adquieren para cubrir inseguridades o vacíos emocionales.

¿QUÉ HAY DETRÁS DE ESE VACÍO?

La clave para evitar compras innecesarias es preguntar a nosotros mismos si lo que estamos a punto de adquirir responde a una necesidad real o es simplemente un intento de aliviar ansiedades como:

- Estrés o ansiedad: La compra puede aparentar un alivio momentáneo para tensiones emocionales. - Baja autoestima: Muchas personas ligan su valor personal a la imagen que proyectan con sus compras. - Aburrimiento: Comprar puede convertirse en una forma de combatir la monotonía diaria. - Carencias emocionales: La adquisición de objetos se ve a veces como un intento de llenar vacíos afectivos, creyendo que la felicidad provendrá de lo material.

CONSEJOS ÚTILES

Para combatir las compras compulsivas, desarrollar estrategias conscientes para una toma de decisiones más racional es fundamental. Reflexionar antes de comprar, establecer un presupuesto claro y buscar actividades que ofrezcan satisfacción emocional sin la necesidad de adquirir productos son algunas herramientas a considerar. Este Black Friday, más que apurar compras, haciendo un análisis de nuestras emociones, podríamos encontrar formas más saludables de llenar esos vacíos. ¡Recuerda que la felicidad no siempre se encuentra en un carrito de compras!