Aumento alarmante de hígado graso

Cada vez más personas están siendo diagnosticadas con hígado graso, una enfermedad que muchas veces no presenta síntomas evidentes. Este desorden hepático puede pasar desapercibido, lo que incrementa el riesgo de complicaciones serias como cirrosis o cáncer de hígado. En Chile, se estima que casi el 30% de la población adulta ya lo padece, según la Asociación Chilena de Hepatología.

Entendiendo el hígado graso

El hígado graso, o esteatosis hepática, se manifiesta por la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado. Esta condición puede surgir tanto por el consumo de alcohol como por factores no alcohólicos, lo que lleva a inflamación y daño gratuito en el órgano.

A menudo, se asocia erróneamente el hígado graso con el consumo de alcohol, pero las verdaderas causas son el sobrepeso, la diabetes tipo 2 y el sedentarismo. Datos impactantes muestran que la diabetes tipo 2 en Chile ha aumentado del 6,4% en 2003 al 26,8% en mayores de 65 años en 2016-2017, lo que coincide con el incremento del hígado graso.

Importancia de la detección temprana

La especialista Magdalena Galarce advierte que el hígado graso a menudo se descubre de manera fortuita durante una ecografía abdominal o análisis de sangre. Debido a la falta de síntomas claros, la detección temprana es crucial para evitar su progreso. Actualmente, no existen medicamentos aprobados específicamente para tratar esta enfermedad, haciendo que los cambios en el estilo de vida sean esenciales.

Estrategias para combatir el hígado graso

Galarce sugiere seguir una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, y reducir la ingesta de productos procesados y azucarados. La pérdida de peso es fundamental; bajar solo un 5% del peso corporal puede reducir significativamente la grasa en el hígado y normalizar las enzimas hepáticas.

La actividad física, especialmente el ejercicio aeróbico, y la abstención del alcohol son cruciales. Trabajar con un equipo médico multidisciplinario puede maximizar las chances de revertir esta enfermedad que, aunque seria, es reversible si se actúa a tiempo y con dedicación.

Conclusión: ¡Actúa ahora!

No subestimes los riesgos del hígado graso. La prevención y detección temprana son tus mejores aliados. Adopta un estilo de vida más saludable y no dudes en consultar a un especialista para proteger tu salud hepática.