En la última década, el medicamento Ozempic ha cobrado gran notoriedad en el mundo de la salud y la estética. Creado en 2012, su componente activo, la semaglutida, fue diseñado originalmente para tratar la diabetes tipo 2. Sin embargo, recientemente se ha popularizado como un ‘milagro’ para la pérdida de peso, generando debate y controversia en la comunidad médica y entre los usuarios.

La facilidad con la que la información, muchas veces engañosa, circula en las redes sociales es alarmante. El impacto de las 'dietas milagro' promovidas por influencers ha llevado a que muchas personas, sin obesidad ni problemas de salud, recurran a este medicamento en busca de una figura esbelta. Un dantesco dato señala que se gastan anualmente 2.300 millones de euros en productos que prometen adelgazar sin ningún respaldo científico.

El Ozempic, con un precio que ronda los 900 dólares (unos 923 euros) por dosis, ha llamado la atención de numerosas celebridades como Kim Kardashian y Elon Musk, quienes han compartido su experiencia usando el medicamento para perder peso. En plataformas como TikTok, el hashtag #ozempic ya supera los 200 millones de vistas, donde diversos usuarios hacen recomendaciones sobre su uso, a menudo sin la debida supervisión médica. Las promesas de perder hasta 10 kilos en tres meses son comunes, pero también peligrosas.

¿Qué es realmente Ozempic?

La semaglutida, su componente principal, funciona imitando las hormonas incretinas que se liberan al comer. Su misión es ayudar al páncreas a producir insulina y reducir los niveles de azúcar en sangre. Aunque ha demostrado ser un tratamiento eficaz para la diabetes, su uso para la pérdida de peso debe ser bajo control médico, ya que se puede desencadenar una serie de efectos adversos.

Los Peligros del Uso Inadecuado de Ozempic

Uno de los grandes riesgos asociados al uso no regulado de Ozempic es la automedicación. Las personas que no padecen diabetes y que recurren a este medicamento pueden enfrentar consecuencias severas. Los efectos secundarios más comunes incluyen náuseas y aversión a ciertos alimentos, pero los problemas pueden escalar a condiciones muy serias como pancreatitis, enfermedades de la vesícula biliar y retinopatía diabética. También existe la posibilidad de que se produzca un efecto rebote a largo plazo, donde la pérdida de peso sea seguido por un aumento significativo al dejar el medicamento.

Los expertos han alertado sobre la falta de información acerca de los efectos de la suspensión abrupta del tratamiento. Esto es preocupante, ya que Ozempic no fue diseñado para producir resultados rápidos en personas que no tienen la enfermedad para la que fue creado. Por lo tanto, el medicamento puede no sólo fallar en su propósito inicial, sino que podría dañar la salud de quienes lo consumen sin la guía de un profesional.

Dany de la Garza, una nutricionista reconocida, ha identificado y analizado los múltiples riesgos asociados a la automedicación con Ozempic, destacando que los peligros incluyen, entre otros, tumores en la glándula tiroides, pancreatitis, convulsiones, e incluso el desarrollo de diabetes tipo II y accidentes cerebrovasculares.

Conclusión

El uso del Ozempic para la pérdida de peso ha generado una fiebre incontrolada, impulsada por celebridades e influencers, pero los riesgos son alarmantes. Es imprescindible que cualquier tratamiento médico se realice bajo la supervisión de un especialista, para garantizar la salud y seguridad del paciente. La búsqueda de un cuerpo ideal no debería comprometer la salud, ¡la información correcta puede ser tu mejor aliada en el camino hacia un estilo de vida saludable!