El alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), ha vuelto a encender el debate sobre la situación en el barrio Meiggs, señalando que los conocidos 'toldos azules' representan una anarquía que está controlada por una mafia. Durante una conversación en Radio Infinita, Desbordes hizo hincapié en la necesidad urgente de erradicar el comercio ilegal que, según él, está profundamente arraigado en la zona.

"Estamos todos los días trabajando para erradicar esta problemática. Sin embargo, algunos dirigentes de comercio sugieren que es mejor mantener el status quo, lo cual no es aceptable", comentó Desbordes, aludiendo a la resistencia que enfrenta su administración. A pesar de la oposición, el alcalde reconoció que hay comerciantes con intenciones legítimas que están frustrados al ver cómo el comercio ilegal prospera sin control.

Desbordes no escatimó en señalar que existe una organización que financia estas actividades ilegales, describiendo el escenario como un verdadero negocio millonario. "Este comercio ilegal no solo elude impuestos, sino que también fomenta otras actividades delictivas, como el microtráfico. Desde cigarrillos hasta mercancías falsificadas, hemos visto de todo”, añadió, subrayando la colaboración con Carabineros, quienes han incautado armas y productos falsificados en reiteradas ocasiones.

Para abordar esta crisis, el alcalde anunció que su municipio está trabajando en colaboración con diversas autoridades, incluyendo al delegado presidencial de la Región Metropolitana, Gonzalo Durán, y el gobernador de Santiago, Claudio Orrego. "El trabajo en equipo ha sido positivo. Con esfuerzo conjunto lograremos recuperar la calle en Meiggs", manifestó.

Sin embargo, Desbordes fue contundente al afirmar que la situación actual en el barrio es alarmante: "En su gran parte del día, la ley del más fuerte predomina y la mafia no solo abastece el mercado, sino que también se encarga de protegerlo. Algunos de estos espacios de los 'toldos azules' pueden alquilarse por cifras cercanas a los $5 millones". Esta revelación deja entrever la magnitud del problema y la complicidad que puede existir detrás de este fenómeno.

El llamado de atención del alcalde no solo refleja el descontento de las autoridades, sino que también advierte a la población sobre una situación que podría desbordarse si no se toman las medidas adecuadas. Se esperan reformas y acciones concretas para devolver la seguridad y el orden al sector de Meiggs.