Salud

¡Descubre cómo el Tai Chi y el Qigong transforman la vida en Santiago!

2025-03-18

Autor: Mateo

El mes de marzo representa un cambio significativo para los santiaguinos, marcando la vuelta a la rutina después del verano. Pero, ¿sabías que esta época también puede ser una oportunidad dorada para fortalecer relaciones y cuidar de nuestra salud mental? En el emblemático Centro Cultural La Moneda, las clases gratuitas de Tai Chi y Qigong se han convertido en un espacio vital de conexión y bienestar, atrayendo a decenas de personas en busca de una vida más saludable y plena.

Desde hace dos años, Inés y Óscar han integrado estas sesiones a su rutina, asistiendo cada martes y jueves, y compartiendo que se han convertido en un pilar esencial de su día a día. "Después de la pandemia, todos quedamos como en cero. Aquí nos juntamos, conversamos, reímos y compartimos", mencionó Inés con una sonrisa.

Estas prácticas milenarias no solo favorecen la salud física. Según especialistas, también potencian la interacción social y reducen significativamente la ansiedad. Óscar comentó, "La repetición no es algo negativo, sino necesario para avanzar"; una reflexión que resuena con muchos de los asistentes.

Construyendo comunidad y solidaridad

Las clases han dado pie a la formación de una comunidad sólida. Según un instructor, "Se han formado grupos que incluso se reúnen fuera del taller, fortaleciendo lazos de amistad". Esta sensación de pertenencia no solo refuerza la cohesión social, sino que brinda una red de apoyo invaluable entre los participantes.

Además, el Centro Cultural La Moneda ha puesto en marcha una política de democracia cultural, permitiendo que los asistentes no solo sean espectadores, sino actores en la programación de actividades. "Juntarse, organizarse y participar en un grupo es fundamental para vivir de manera digna", resaltó un representante del centro, enfatizando la importancia de involucrarse.

Un camino hacia el bienestar colectivo

La vuelta a la rutina trae consigo no solo responsabilidades laborales y familiares, sino también la oportunidad de redefinir nuestras relaciones y cuidar de nuestro bienestar emocional. Un asistente reflexionó: "Necesitamos sentirnos parte de algo más grande, y estas actividades nos lo logran". Experimentar el Tai Chi y el Qigong en un espacio comunitario no solo transforma cuerpos, sino que renueva espíritus, creando un ambiente armonioso que invita a todos a unirse en esta transformación positiva.