Salud

¡Descubre el Doga: La práctica que transformará tu relación con tu perro!

2025-03-29

Autor: Pedro

Fortalecer el vínculo con nuestras mascotas puede ser un verdadero reto, especialmente en un mundo tan ajetreado. Merecemos un espacio donde conectar con ellos más allá de solo alimentarlos o sacarlos a pasear. ¿Te imaginas que el bienestar de tu perro y el tuyo se fortalezcan a través de una sola actividad? ¡Eso es exactamente lo que ofrece el Doga!

El Doga, que combina el yoga tradicional con la conexión consciente entre humanos y perros, permite que ambos disfruten de momentos de calma, respiración y estiramiento. Se trata de crear una armonía que beneficie tanto al humano como al peludo. Esta práctica nació en Estados Unidos en la década de 2000 y ha ido ganando popularidad rápidamente entre los amantes de los animales.

Contrario a la creencia popular, el Doga no es solo para los humanos. Los perros responden excelentemente a un ambiente relajado, la respiración pausada y el contacto físico durante las sesiones. Se trata de una experiencia compartida, donde los estiramientos y los masajes se convierten en herramientas para relajar a tu mascota, favoreciendo su bienestar emocional y físico.

Pero, ¿cómo hacerlo sin que tu perro se sienta incómodo o asustado? Nancy Loaiza, una creadora de contenido en bienestar, se aventuró a probar el Doga con su perrita Sami, y comparte su experiencia: “Es fundamental respetar los tiempos y límites de tu mascota; no se trata de forzarlos a hacer posturas, sino de crear un espacio de bienestar compartido.”

Si decides probarlo, se recomienda iniciar en casa para que tu perro esté más cómodo. Pon música suave, asegúrate de que el espacio sea tranquilo y evita las distracciones. Lleva a tu perro a pasear antes de comenzar; esto ayuda a equilibrar su energía.

Loaiza destaca que los masajes son claves: “Mientras más se relacionan, más se refuerza el lazo afectivo. Hay que observar cómo reacciona tu perro: si se siente relajado, pueden continuar con la siguiente postura.” Es importante recordar que el Doga es apto para perros de todas las edades, siempre y cuando respetes su ritmo y no extiendas la sesión más de 12 minutos para evitar que se agoten.

Durante su primera clase, Loaiza realizó la postura del saludo con Sami, ayudándola a levantar sus patitas delanteras y dándole masajes. Al final de la sesión, ambas estaban relajadas, sorprendidas por la conexión que habían establecido. A medida que avanzaban, Loaiza se dio cuenta de que el Doga también les brinda un ejercicio físico, a veces sintiendo el peso de Sami mientras se movían.

Además, algunas posturas, como la versión canina del “perro boca abajo”, estimulan la circulación en los perros, contribuyendo a su salud. Cada sesión se convierte en una oportunidad para fomentar la confianza y el contacto físico entre dueño y mascota. Sin embargo, la clave es siempre observar al perro y detenerse si muestra signos de incomodidad.

Por cierto, un dato curioso: el contacto visual prolongado puede interpretarse como un desafío en el mundo canino, así que en ciertas posturas, es mejor evitarlo. Si tu perro se siente incómodo, permítele descansar a tu lado. Así que, ¿qué estás esperando? ¡Prueba el Doga y transforma la relación con tu compañero peludo!