¿Te has preguntado alguna vez cómo lograron nuestros antepasados sobrevivir en la densa vegetación de las selvas tropicales, rodeados de calor, lluvia y animales salvajes? El secreto radica en algo que hoy en día adoramos y tememos: la tecnología. Sin embargo, no fue el único factor; la plasticidad cultural y la organización social jugaron un papel fundamental.

Recientes investigaciones en los yacimientos de Río Campo, en Guinea Ecuatorial, han revelado importantes hallazgos sobre la capacidad de los humanos modernos para prosperar en las junglas africanas durante el Pleistoceno superior, hace más de 40,000 años. Según un estudio realizado por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), estas herramientas de piedra descubiertas ponen de manifiesto la adaptación y resistencia de estas comunidades incluso en las condiciones más adversas de su entorno.

El profesor Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales en España, lidera esta investigación publicada en Quaternary Science Reviews. Resalta que las herramientas encontradas no solo representan una tradición tecnológica avanzada, sino también estrategias culturales ingeniosas que permitieron a estos humanos sobrevivir en un ecosistema extremadamente desafiante.

Durante las excavaciones en Río Campo, los investigadores analizaron 30 capas de sedimentos del periodo Cuaternario y encontraron herramientas elaboradas en 16 de ellas. A través de técnicas como la datación por radiocarbono y la luminiscencia estimulada ópticamente (OSL), se determinó que estas herramientas tienen entre 76,000 y 20,000 años de antigüedad.

Entre los 418 artefactos descubiertos, se encontraron puntas bifaciales, núcleos Levallois y herramientas de gran tamaño, utilizadas para cazar y procesar materiales. Según el IPHES, estas herramientas demuestran no solo la habilidad técnica de sus creadores, sino también su capacidad para planificar y trabajar en conjunto, un elemento esencial para la supervivencia en un ambiente hostil.

Este descubrimiento no solo destaca la destreza técnica de las comunidades de antaño, sino también su capacidad de adaptación cultural a las duras condiciones de la selva tropical. El IPHES subraya que estos hallazgos contribuyen a comprender cómo los humanos modernos colonizaron exitosamente ecosistemas diversos y complejos como las selvas ecuatoriales africanas.

La investigación sugiere que la organización social y la transmisión de conocimientos fueron determinantes para la supervivencia en un entorno lleno de desafíos. El doctor Juan Ignacio Morales, especialista en tecnología lítica del IPHES, añade que la continuidad en la transmisión de conocimientos a través de estas herramientas implica un legado cultural compartido entre distintas comunidades africanas.

Este hallazgo marca un paso adelante en el estudio de la adaptación humana a entornos extremos y la evolución de tecnologías en África. Aporta nueva información sobre la historia de la humanidad y resalta el papel crucial de las selvas tropicales como un epicentro para entender nuestra capacidad de adaptación a varios ecosistemas.

Sin duda, el descubrimiento en Río Campo es un hecho significativo en la historia de la evolución humana y resalta la necesidad de seguir explorando regiones como Guinea Ecuatorial, que han permanecido en la sombra de la investigación arqueológica. ¡La historia de nuestros ancestros nos revela más de lo que imaginamos y cada hallazgo, por pequeño que sea, puede cambiarlo todo!