Ciencia

¡Descubre el sorprendente sesgo cognitivo que distorsiona tus decisiones!

2025-04-18

Autor: Martina

¿Por qué elegimos lo que parece más lógico?

Imagina un pequeño desafío mental. Te presento a Judy: tiene 33 años, es graduada en Ciencias Políticas y se destacó entre los mejores de su promoción. Durante su etapa universitaria, fue una ferviente activista social. Con esta información, ¿cuál de las siguientes opciones crees que es más probable?

a) Judy trabaja como cajera en un banco. b) Judy trabaja como cajera en un banco y es también una activa feminista.

Si tu instinto te lleva a elegir la opción b), ¡no estás solo! La mayoría de las personas opta por esa alternativa. Sin embargo, sorprendentemente, la respuesta correcta es la opción a). ¿Te parece absurdo? ¡Sigamos explorando!

El análisis detrás de nuestras decisiones

Este experimento, realizado por los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman en 1983, revela un sesgo cognitivo que nos lleva a seleccionar la opción menos probable solo porque suena más coherente con lo que sabemos. ¿Cómo puede ser esto?

Entendamos primero qué es la probabilidad. En términos simples, se define como casos favorables dividido por casos posibles.

Por ejemplo, si lanzas un dado de seis caras, tienes 1 de 6 posibilidades de que salga un '5'. Entonces, la probabilidad es 1/6.

¿Cómo calculamos las probabilidades?

Un principio fundamental es que nunca puedes tener más casos favorables que totales, así que el resultado siempre estará entre 0 (imposible) y 1 (seguro).

Ahora, ¿qué sucede si intentamos calcular la probabilidad de que dos cosas ocurran simultáneamente, como que Judy sea cajera y feminista? Aquí interviene otra regla: si los eventos son independientes, multiplicamos sus probabilidades.

Por ejemplo, si la probabilidad de sacar un '6' en el primer lanzamiento es 1/6 y un '4' en el segundo también es 1/6, entonces la probabilidad total es 1/36.

La falacia de conjunción: nuestro mayor enemigo

Lo crucial es que al multiplicar dos probabilidades (ambas menores que 1), el resultado siempre será menor que cualquiera de ellas. Por ejemplo: 0.5 x 0.5 = 0.25.

En la opción a) solo planteamos una condición: que Judy sea cajera. En cambio, la opción b) requiere que ambas condiciones se cumplan: ser cajera y feminista. Matemáticamente, la probabilidad de una sola condición siempre es mayor o igual a que se cumplan dos al mismo tiempo.

Este tipo de razón errónea se conoce como 'falacia de conjunción' y es sorprendentemente común. Parece que nuestros cerebros prefieren las narrativas coherentes que los análisis fríos y lógicos.

Reflexionemos sobre nuestras decisiones

Recuerda que las probabilidades no se basan en lo que parece más lógico, sino en lo que realmente es más probable. La próxima vez que tomes una decisión, pregúntate: ¿Estoy cayendo en la trampa de la falacia de conjunción?