Ciencia

¡Descubre la Soyuz europea que nunca vimos en acción!

2024-10-05

A pesar de contar con un programa tripulado, la Agencia Espacial Europea (ESA) nunca ha tenido un vehículo propio para enviar a sus astronautas al espacio. Uno de los proyectos más ambiciosos fue el pequeño transbordador Hermes, liderado por Francia, que fue cancelado a principios de los años 90, junto con otros intentos que fracasaron en el tiempo. Uno de los proyectos más prometedores fue la 'Euro-Soyuz', que buscaba fusionar tecnologías europeas con el venerable diseño de la Soyuz rusa. Sin embargo, factores políticos y económicos impidieron su desarrollo.

Tras el trágico accidente del Columbia en 2003, la Soyuz se convirtió en el único medio de transporte fiable para las tripulaciones de la Estación Espacial Internacional (ISS), lo que resaltó la dependencia de Europa hacia Estados Unidos y Rusia. En respuesta, la ESA empezó a analizar la posibilidad de crear su propia nave tripulada. En 2006, la ESA se sintió motivada por el deseo de no quedar fuera de la nueva carrera espacial, sobre todo con la llegada del Programa Constelación de la NASA, que estaba siendo diseñado para explorar la Luna.

Paralelamente, la colaboración entre la ESA y Rusia estaba en auge, permitiendo discutir programas conjuntos que incluían lanzamientos de Soyuz desde la Guayana Francesa. En este contexto, la empresa RKK Energía comenzó a trabajar en la Soyuz-K, una variante mejorada que podría llevar a cabo misiones a la Luna, en un intento de igualar los planes de la NASA. La ESA, que por aquel tiempo desarrollaba el sistema ACTS (Advanced Crew Transportation System), consideró la fusión de este sistema con el de Soyuz-K, lo que resultaría en un vehículo que contaría con sistemas electrónicos europeos y un módulo orbital diseñado por la ESA.

Este módulo, que tendría un diseño cilíndrico, se asemejaría más a los vehículos chinos Shenzhou que a las tradicionales Soyuz. Además, se planteó la inclusión de componentes japoneses si la JAXA decidía unirse al proyecto. La Euro-Soyuz podría ser lanzada desde Baikonur o la Guayana Francesa usando lanzadores Soyuz modificados, proporcionando claramente una capacidad de carga aumentada cargando buenas esperanzas sobre sus misiones a la Luna. En esta etapa, la ESA decidió que, si era necesario, el ACTS se fabricaría principalmente en los estados miembros para reducir la dependencia de Rusia.

Las negociaciones sobre qué partes serían fabricadas por cada parte llegaron a su clímax en 2007, cuando la ESA logró establecer su liderazgo en el proyecto. La nueva nave, conocida como CSTS (Crew Space Transportation System), se diseñó no solo como una mejora de la Soyuz, sino como un vehículo independiente con múltiples componentes fabricados en Europa. La nave contaría con tres módulos: uno orbital, una cápsula de regreso y un módulo de propulsión, con tecnología avanzada extraída de la nave carguera ATV (Autonomous Transfer Vehicle).

En enero de 2008, se revisó nuevamente el diseño y se decidió que la cápsula reemplazara el diseño de Soyuz por uno más imponente, similar al módulo de mando de las misiones Apolo. Este nuevo diseño permitiría reutilizar la cápsula hasta diez veces y podría acomodar a cuatro astronautas en misiones lunares o hasta seis en vuelos a la órbita baja. A pesar de que Rusia seguiría desempeñando un papel importante, el peso de su participación se redujo notablemente, a medida que el CSTS alcanzaba dimensiones de 15 a 18 toneladas.

Sin embargo, la historia del CSTS llegó a su fin durante una cumbre de ministros de la ESA en noviembre de 2008. Aunque el programa no fue cancelado oficialmente, solo se aprobó un estudio de viabilidad que finalmente no se continuó, intensificando el sentido de frustración entre los países europeos. La poderosa visión de Europa asegurando su lugar en la exploración espacial continuó su carrera por los cielos, pero la Euro-Soyuz permaneció como un sueño olvidado, recordándonos la lucha constante por la independencia en la conquista del espacio. ¡Qué historia tan intrigante! ¿Qué futuro nos espera en la exploración espacial europea?