El libro "Locos por los Gatos", escrito por el etólogo Claude Béata, se ha convertido en una obra de referencia que arroja luz sobre la compleja psicología de nuestros amigos felinos. Este ensayo revela que los gatos, al igual que los humanos, enfrentan una variedad de problemas psicológicos, desde la depresión hasta trastornos más graves como la psicosis o la bipolaridad. La salud mental de los gatos es crucial, ya que muchas enfermedades físicas que están en aumento pueden en realidad enmascarar problemas psicológicos profundos.

Salvador Cervantes, director médico de la Clínica Felina Barcelona, explica que la falta de comprensión sobre la salud mental de los gatos ha llevado a un aumento alarmante en enfermedades como las cardíacas, que se han multiplicado por cuatro, generalmente influenciadas por factores como la angustia y el estrés.

A menudo se subestima la capacidad de los gatos para experimentar emociones complejas. Si bien la domesticación de los perros ha sido clara y evidente a lo largo de miles de años, los gatos han mantenido su esencia salvaje y, en consecuencia, sufren cuando se ven obligados a adaptarse a un entorno que no satisface sus necesidades instintivas.

Los dueños de gatos a menudo no son conscientes de que estos animales también pueden experimentar depresión. Los gatos son criaturas muy territoriales. Sin embargo, con la vida moderna y la vida en apartamentos, estos felinos enfrentan cambios radicales que afectan su comportamiento. Además, el estrés de vivir en un entorno no estructurado para su naturaleza puede llevar a problemas de salud graves.

Muchos propietarios podrían pensar que esto es absurdo, pero los expertos aseguran que, aunque la depresión felina no se asemeja a la depresión humana, sí es un reflejo de frustraciones continuas. Prácticamente todas las enfermedades de los gatos están interrelacionadas con su estado psicológico. Por ejemplo, un simple resfriado podría estar relacionado con problemas de ansiedad y angustia. Adaptar nuestro hogar para crear un ambiente feliz para nuestros gatos puede aliviar muchos de estos problemas de salud.

Es posible tratar la depresión en los gatos. En instituciones como la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), se investiga profundamente sobre comportamiento animal y se ofrecen tratamientos efectivos. Sin embargo, muchos dueños a menudo no comprenden que esto implica cambios significativos en su hogar y, en algunos casos, psicofármacos similares a los que se usan en humanos, como la Fluoxetina o benzodiacepinas.

La falta de conciencia en la sociedad sobre las necesidades emocionales de los gatos lleva a que a veces se les menosprecie. Adoptar un gato o comprarse uno implica una gran responsabilidad que va más allá de proporcionarles comida y agua. Es vital educarse sobre su comportamiento para garantizar su bienestar.

Además, los gatos son criaturas que requieren respeto y entendimiento. A menudo son vistos como animales poco sociables, pero en realidad, su comportamiento proviene de un instinto de supervivencia muy arraigado. Aunque pueden parecer solitarios, tienen su forma de interactuar y, al igual que los humanos, necesitan establecer su espacio y tiempo.

La relación con un gato no es solo de compañía; también es un proceso de respeto mutuo. Por ello, es importante entender sus señales y sus tiempos. Si un gato se siente amenazado o maltratado, puede mostrar resistencia, pero con el tiempo y el respeto adecuado, es posible restablecer la relación.

Los gatos son una fuente interminable de compañía y son capaces de mostrar una profundidad emocional impresionante. Apreciarlos no solo nos enriquece a nosotros, sino que también mejora su calidad de vida. Así que, ¡atención a los dueños de gatos! Es hora de dar un paso hacia la comprensión y el cuidado de la salud mental de nuestras mascotas.